Redacción. La Asociación Sevilla Quiere Metro ha remitido a la Dirección General de Planificación Ferroviaria y a la Secretaría de Infraestructuras del Ministerio de Transportes; y a la Unión Temporal de Empresas (UTE) a la que el Gobierno ha adjudicado el estudio informativo para la conexión entre Santa Justa y el aeropuerto, dos propuestas «técnicas» para unir los dos nudos de comunicación principales de la capital andaluza.
La entidad insiste en su planteamiento de crear una red de infraestructuras de transporte que dé respuesta a los «aislados» barrios de Alcosa, Torreblanca y Sevilla Este. Una respuesta que prime, por encima de los costes de construcción, la «cohesión social».
La primera de las propuestas, plantea 4,25 kilómetros de nueva construcción con un trayecto que «aproveche» la ya existente línea C-4 de Cercanías y que cuente con una variante a la altura del centro comercial de San Pablo, discurriendo «en paralelo» a la A-4.
Para «cruzar» esta vía, Sevilla Quiere Metro plantea un túnel o viaducto de 500 metros. Esta alternativa sería, a juicio de la asociación, «relativamente rápida y barata al ser el 90% del recorrido en superficie».
Cómo «desventajas», se apunta la pérdida de la posibilidad de «conectar barrios aislados», en alusión a Alcosa y Sevilla Este, al tiempo que «tampoco habría una unión con la futura línea 2 del Metro», cuyo proyecto tiene aún que actualizar la Junta. Asimismo, se señala que no habría conexión del Palacio de Congresos y Exposiciones (Fibes) con el aeropuerto y Santa Justa. Por último, se avisa de una posible «interferencia en servidumbre del tráfico aéreo» por el viaducto en la A-4.
La segunda de las propuestas dibuja una conexión entre Santa Justa y el aeropuerto con 4,9 kilómetros de nueva construcción en la que, al igual que en el primer diseño, habría un aprovechamiento de la C-4 del Cercanías, aunque la variante se plantea, en este caso, en las inmediaciones de Fibes.
En este segundo planteamiento, el recorrido aprovecharía el cauce del arroyo Ranilla, adaptado a paso soterrado una vez desviado «próximamente» por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).
De hecho, para «salvar» el Parque del Tamarguillo, Sevilla Quiere Metro propone 2,55 kilómetros de túnel en mina. A esta opción, la desventaja que detecta la asociación es que es «más costosa», un extremo que contrasta con los puntos positivos, que pasan por la intermodalidad con la futura línea 2 del Metro; tiempo de viaje «aceptable»; obra «relativamente rápida en el tramo entre Fibes y Alcosa al aprovecharse el cauce de Anilla; da servicio al Palacio de Congresos –donde» se han perdido muchos congresos por no haber línea directa con el aeropuerto–; y se «elimina» el «aislamiento físico de Alcosa y Sevilla Este».
Sevilla Quiere Metro reclama «encarecidamente» al Gobierno que, además de estudiar «la demanda, los tiempos y el coste» de ambas propuestas, haga lo propio con el «impacto social».
Estas propuestas, elaboradas por el grupo de trabajo de Cercanías de Sevilla Quiere Metro, no han sido remitidas a la Junta al estar «más avanzado» el estudio informativo que, sobre la misma conexión que está analizando el Ministerio, adjudicó por 309.120 euros a la UTE formada por URCI Consultores, Incosa y David Álvarez Casillo.