M.C. Contreras. El buen tiempo ha hecho que miles de sevillanos se echen hoy a la calle para vivir la procesión del Corpus por las calles de la capital, en una jornada en la que el buen tiempo, que no ha dado lugar al intenso calor, ha ayudado a que la celebración luzca en todo su esplendor.
La fiesta religiosa, se remonta a mediados del XIX, y es abierta por los niños «carráncanos», llamados así por «arrancar» el cortejo.
Sacramental. La Sacramental del Sagrario es la hermandad de estos niños, a los que siguen ochos pasos: los de Santa Ángela de la Cruz, Santas Justa y Rufina, San Isidoro, San Leandro, San Fernando, la Inmaculada Concepción, el Niño Jesús y la custodia chica con la reliquia de la Santa Espina.
La atención de muchas personas ha estado en la custodia, con Jesús Sacramentado escoltado por el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, y el deán de la Catedral y presidente del Cabildo, Teodoro León, entre otros representantes del arzobispado de la provincia.
El recorrido ha sido seguido por los sevillanos y visitantes en todas las calles de la ciudad, hasta que se ha recogido por la Puerta de Palos de la Catedral, en una jornada que es fiesta local en la capital andaluza.
Al final, la cita con los Seises, una de esas tradiciones que se mantienen viva en esta ciudad en su jornada festiva.