Redacción. Un centenar de personas se movilizaba este martes en Sevilla para pedir que no se tale un ficus situado ante la iglesia de San Jacinto, árbol que amenaza la integridad del edificio y que los vecinos defienden que se puede mantener, al entender que es parte del paisaje de la zona desde que se plantó en 1913.
La concentración es una movilización más de las organizadas por los vecinos, que han recogido más de 50.000 firmas a través de la plataforma Change.org, en una petición en la que indican que, «en el corazón de Triana, donde escasean las zonas verdes, ya en el siglo XXI y en plena crisis climática, se va a cortar un árbol que nos regala oxígeno, sombra, limpia el aire, baja varios grados la temperatura y da cobijo a decenas de aves. ¿No compensan todos estos beneficios como para buscar soluciones alternativas?».
El Ayuntamiento de Sevilla aprobó el apeo del árbol el pasado 31 de mayo, a petición de frailes dominicos, obteniendo el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, y se apoya también en un informe de Parques y Jardines que defiende que el árbol necesita unos cuidados que no tiene, y amenaza la integridad de los ciudadanos y el propio templo, Bien de Interés Cultural.
Desde la iglesia del barrio sevillano se señala que no se cuenta con fondos para mantener el árbol, y recuerdan que en 2021 se gastó más de 11.000 euros en una poda, de modo que lamentan que no pueden seguir teniendo el árbol en las puertas del templo.