SBN. Este sábado 10 de noviembre se estrenaba en el refectorio del Convento de Santa Clara Las rutas de la remezcla, un espectáculo gastrosófico musical, que se ha estrenado con dos exclusivos pases (a las 13:00 y a las 20:00 horas), una gran puesta de largo de un proyecto desarrollado por Antropoloops (Rubén Alonso y Esperanza Moreno), LaPlasita (Jaime Gastalver y Lilian Weikert), Miguel VP//tangiblex; e impulsado y producido por el Banco de Proyectos del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla, del Ayuntamiento de Sevilla.
Algunos de los afortunados espectadores que participaron en el estreno de esta experiencia gastronómica y musical, que transportaba a los viajes de ida y vuelta de jesuitas y japoneses, lo hicieron tras ganar un concurso para adquirir las entradas a través de la cuenta del Ayutamiento de Sevilla en la red social Instagram, donde se sortearon 20 entradas para público general del aforo total, que se reducía a 60 espectadores, divididos entre las dos funciones representadas.
Claudia Pastor fue una de las espectadoras que disfrutó de esta original propuesta, y nos ha resumido su vivencia: “Una experiencia para los sentidos que te ayuda a transportarte en el tiempo hasta los encuentros e intercambios culturales que se produjeron con Japón en los siglos XVI y XVII. Imágenes y proyecciones combinadas con música, literatura, interpretación y gastronomía, todo ello en un enclave único como es el refectorio del Convento de Santa Clara. Una experiencia única y diferente que sin duda recomendaría”.
Las rutas de la remezcla es un proyecto que combina la gastrosofía y la remezcla musical desde un acercamiento histórico e imaginario. El espectáculo recrea, desde la lógica de la remezcla, los encuentros e intercambios culturales que pudieron producirse entre jesuitas ibéricos y japoneses durante los siglos XVI y XVII.
Una experiencia con vocación multisensorial que combina comida, música, visuales y palabra poética. La creación entrelazada del menú, de la música y de los visuales pretende dialogar, desde el presente, con los distintos modos de hibridación e intercambios culturales históricos. Un ritual narrativo de 90 min de duración en 4 escenas que tienen lugar en el refectorio, enmarcadas por un encuentro y una despedida que suceden en el pre-refectorio.
De momento se desconocen las fechas de las próximas representaciones de este proyecto que persigue tanto una manera de ampliar culturalmente la experiencia culinaria desde la música, como una manera de complementar la remezcla musical con los sabores, los placeres y la mirada gastrosófica al hecho culinario. En él, estos dos ámbitos creativos dialogan en directo apoyados por tecnologías de reconocimiento de objetos (computer vision) y visualización de datos para repensar la riqueza de las tradiciones culturales, musicales y culinarias desde una nueva perspectiva creativa.