Redacción. Los investigadores Dolores Gutiérrez Mora y Daniel Oto Peralías, de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), han realizado un estudio donde analizan el sesgo de género del callejero español durante los últimos 20 años. El artículo, publicado en la revista ‘Environment and Planning B: Urban Analytics and City Science’, revela que solo el 12,7% de las calles referidas a personas tienen nombre de mujer.
Los resultados indican «un lento avance hacia la igualdad desde 2001, con un aumento en el porcentaje de calles de mujeres de solo tres puntos porcentuales». Considerando únicamente las calles nuevas y renombradas, este porcentaje es «significativamente mayor», oscilando entre 14,3% en 2015 y 35,1% en 2022. Sin embargo, se mantiene una tendencia a nombrar calles que sigue favoreciendo a los hombres frente a las mujeres, en una proporción de dos a una.
Las calles de mujeres tienen una posición más periférica dentro de la trama urbana de las ciudades, siendo relativamente menos frecuentes en los centros urbanos. El porcentaje de calles con nombre de mujer pasa del 9,4% en el centro al 14,6% en las zonas periféricas de los municipios. «Su menor presencia en los centros urbanos significa que su alcance para el conjunto de la población es menor», ha abundado la UPO en un comunicado.
El estudio también muestra que existe una «clara relación» entre los callejeros más feminizados y determinados indicadores socioeconómicos. Las ciudades con mayor número de habitantes, poblaciones más jóvenes, mayor nivel educativo y un sector servicios más importante cuentan con más mujeres en su callejero. También se observa que existe correlación entre la proporción de calles de mujeres y determinadas variables relacionadas con la igualdad de género, como son una menor brecha de género en actividad laboral, educación y trabajo doméstico.
La página web Ciudades con Género, desarrollada junto al investigador Demetrio Carmona-Derqui, ofrece un «tour dinámico» donde se explica de manera no técnica el estudio, así como un gráfico interactivo para consultar la evolución de la proporción de calles de mujeres en cada municipio desde 2001 a 2022. Además, contiene un mapa donde visualizar el sesgo de género en la toponimia urbana, desde el nivel provincial al municipal). Los investigadores esperan que dicha web sea una herramienta «útil» al servicio de entes públicos y privados para hacer un «seguimiento a esta dimensión simbólica de la igualdad».