Redacción. Un vecino de Brenes (Sevilla) de 45 años, Juan Quesada, ha conseguido completar una maratón completa corriendo entre las dos azoteas de la casa en la que vive, que, unidas por 15 escalones, ha subido y bajado 925 veces, hasta completar 42.195 metros de recorrido.
Se trata, de la “décima” maratón que completa este atleta, que hasta ahora ha corrido tres en Madrid, cuatro en Valencia y dos Sevilla, y se le ocurrió correr en su casa en el que ha definido como “el maratón más duro de mi vida”, por los desniveles que ha tenido que solventar durante la prueba.
A través de una escalera
Y es que la escalera que une las dos azoteas era una dificultad añadida a la idea de correr una maratón en una azotea, con lo que ha tenido que subir y bajar los escalones más de 13.000 veces, para salvar los casi cuatro metros de desnivel entre las dos azoteas.
Según ha calculado, durante la carrera ha subido 17 veces la altura de Torre Sevilla, en una idea que tuvo cuando comenzó el confinamiento, comprobando que en su azotea podía realizar carreras cortas para no perder la forma, pero elevando la idea a categoría de maratón, con puntos de avituallamiento y una cámara de seguimiento para trasmitir la prueba a través de Facebook Live, completándola en unas diez horas, desde que comenzó a correr a las 7.30 de la mañana del pasado domingo.
La fatiga llegó antes
Según ha detallado, la diferencia que ha notado con respecto a otras carreras que ha corrido de la misma distancia es que la fatiga llega antes. A los diez kilómetros ya notó los primeros síntomas, “cuando normalmente suelen llegar en una carrera normal a partir de los 30 kilómetros”.
Juan Quesada ha dicho que la carrera ha tenido un fin solidario, ya que organizó un “dorsal solidario” para que cualquier persona pudiese aportar algo a Cáritas mientras veía la prueba. Solo se paraba para reponerse en el punto de avituallamiento, hablar con su madre o suegros o leer algunos de los mensajes de ánimo que sus seguidores le iban dejando. Al final, la idea fue un éxito.
