Redacción. Sevilla también referente en cirugía de epilepsia infantil. El sistema de salud sevillano, tanto público como privado, sigue cosechando éxitos. Éxitos que proporcionan vida al fin y al cabo, bienestar y salud para sus usuarios.
La Unidad de Epilepsia Refractaria del CNA ha llevado a cabo, en tan solo dos semanas, ocho intervenciones a niños de entre 5 y 14 años con epilepsias gravísimas. Lo ha hecho de la mano de referentes internacionales en la materia como Mario Alonso Vanegas, Juan Uranga y Javier Márquez. Consiguientemente ha protagonizado una inédita cadena de intervenciones quirúrgicas de epilepsia compleja y refractaria en niños.
El tratamiento quirúrgico precoz de la epilepsia controla las crisis. Pero, además, mejora el desarrollo psicológico, lingüístico, cognitivo y motor, reduciendo la mortalidad en este grupo de edad.
Este equipo del CNA está compuesto por profesionales de la neurología, neurorradiología, neurofisiología, neuropsicología, neuropsiquiatría y neurocirugía. Está encabezado por Juan Uranga, neurólogo epileptólogo director de la Unidad. Y cuenta con los neurocirujanos Javier Márquez Rivas y Mario Alonso Vanegas y por las neurofisiólogas Iratxe Maestreo y Estefanía Monge. Todos ellos referentes de su especialidad a nivel internacional en este campo.
La sucesión de intervenciones de cirugía de epilepsia infantil, que comenzaba el pasado 20 de abril, supone un auténtico hito médico. Por ser la primera vez en esos términos que se desarrolla en la comunidad andaluza. Y además por reunir en un mismo centro a un equipo multidisciplinar de primer nivel.
Esto permite identificar pacientes que se pueden beneficiar de dichos tratamientos y seleccionar las mejores terapias quirúrgicas para cada niño según su historial. Posibilita dirigir las cirugías de epilepsia refractaria, supervisar el preoperatorio y llegar hasta el final del tratamiento tras la intervención.
Según ha explicado el consultor internacional de Neurocirugía del CNA y presidente del capítulo latinoamericano de la Liga Internacional contra la Epilepsia, Mario Alonso Vanegas, la mayoría de los pacientes con epilepsia deja de tener crisis y pueden llevar una vida normal gracias a los fármacos antiepilépticos. Sin embargo, un 30 por ciento de los pacientes con epilepsia no responde de forma adecuada al tratamiento farmacológico.
‘Estos niños, a pesar de su medicación, continúan sufriendo crisis de naturaleza epiléptica, convulsivas o de desconexión del medio. En el caso de los pequeños con epilepsia complicada y sometidos a las intervenciones, estas crisis convulsas y de desconexión tenían una presencia diaria. En la mayoría de ellos sufrían hasta 30 o 40 crisis al día que producen caídas, traumas y un riesgo incrementado de muerte súbita‘.
‘Durante este programa de cirugías se han utilizado diversos procedimientos que buscan anular o desconectar el área del cerebro donde se producen las crisis‘. ha indicado Alonso. ‘Los pacientes que no responden a los fármacos se pueden beneficiar de este tipo de intervenciones. Se extirpa o desconecta el tejido cerebral donde se produce el problema neurológico o bien pueden ver controlados sus síntomas gracias a otras técnicas de neuroestimulación cerebral‘.
Neurocirugía y tecnología punta
Se trata de un proceso que comienza con el estudio y selección de casos realizado por el jefe de Epilepsia del CNA, el doctor Juan Uranga. El se encarga de identificar los casos en los que la medicación no sea ya una opción y la cirugía pueda ayudarles a largo plazo. Uranga prepara al paciente, lo estudia y realiza los estudios previos y necesarios para identificar el foco epiléptico e identificar las vías por las que circula la corriente anómala. Esto es básico para la planificación de la intervención. Este epileptólogo ha señalado que ‘una vez realizada la operación quirúrgica es muy importante conocer el historial médico del paciente. Así como sus expectativas y necesidades para hacer el ajuste de medicación y su retirada cuando sea posible a largo plazo‘.
Cada una de las ocho intervenciones de cirugía de epilepsia infantil ha contado en quirófano con un extenso equipo de profesionales. Ha sido integrado por una anestesióloga, tres enfermeras, dos neurofisiólogas, cuatro neurocirujanos y un neurólogo. Además ha contado con un equipo de soporte que incluye la unidad de cuidados intensivos y pediatría.
‘La misión del coordinador quirúrgico es supervisar que la compleja logística necesaria para el desarrollo de las intervenciones esté a punto. Que cada profesional pueda realizar su trabajo de forma exhaustiva y solucionar cualquier problema que pueda surgir para conseguir el perfecto desarrollo de las operaciones‘. Así lo manifiesta el responsable de Neurocirugía del CNA, el Dr. Javier Márquez. Ha puntualizado que el objetivo de este trabajo en equipo es ‘conseguir, localizar el lugar exacto del cerebro donde se produce la descarga excesiva neuronal. Debe ser resecada y según su localización proceder a la desconexión o resección, intentando evitar consecuencias irreparables en los niños‘.
Márquez, durante las seis horas de promedio que ha durado cada intervención, ha contado con el apoyo en los doctores Uranga y Alonso, y del resto de neurocirujanos del grupo, ya que ‘son intervenciones de muchas horas de duración que requieren concentración y precisión por parte de cada miembro del equipo’.
La Unidad de Cirugía de Epilepsia Refractaria del CNA se sirve para las intervenciones de tecnología punta para optimizar la precisión de la localización del foco epiléptico. Estudios de resonancia y PET de alta resolución, estudios complejos de monitorización neurofisiológica intraoperatoria, neuronavegación intraoperatoria y, en aquellos casos que lo precisen,la implantación de electrodos profundos cerebrales que, con precisión de menos de un milímetro, identifican la zona de inicio de las crisis.