Fermín Cabanillas. Tranquilidad absoluta y hermandad en las calles de Sevilla. Salvo algunos sucesos aislados, valencianistas y culés viven con tranquilidad las horas previas a la final de Copa de esta noche.
El único suceso llamativo se produjo la pasada noche, cuando agentes de la Policía Nacional detuvieron a 23 aficionados radicales del Fútbol Club Barcelona por los altercados que estaban protagonizando en la barriada sevillana de Nervión.
Hasta la barriada sevillana se desplazó un dispositivo Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, tras el aviso de varios vecinos de que se estaban produciendo incidentes en calles como Hernando del Pulgar.
Palos y objetos. Los detenidos portaban palos y objetos contundentes y destrozaban el mobiliario urbano que encontraban a su paso.
Por su parte, medio millar de periodistas, en representación de 125 medios de comunicación, están acreditados para la final de la Copa, partido cuya señal de televisión se verá en más de 150 países.
La final, que se juega por cuarta vez en Sevilla y que estrena como escenario el estadio del Real Betis, se podrá ver en más de 150 países y para ello se han acreditado unos 200 operarios de televisión del operador principal y de las televisiones con derechos adquiridos.
De forma paralela, un importante dispositivo policial vigila las calles para evitar cualquier problema.
Además, hay dispositivos en buena parte de la ciudad para controlar tanto los desplazamientos de las aficiones como problemas que se puedan dar en las inmediaciones del estadio o cualquier punto de la ciudad.