Rosa Brito. María Victoria López Rodríguez es una sevillana de 25 años, graduada en Derecho por la Universidad de Sevilla y Máster en Asesoría Fiscal, que tiene como principal afición pintar. Y lo hace de maravilla.
Como buena sevillana es muy cofrade y además tiene la suerte de vivir de cerca la vida de hermandad. Forma parte del grupo joven de la Hermandad de los Estudiantes y para ella es una suerte disfrutar todo el año de lo que las hermandades de Sevilla aportan. De esta forma te das cuenta de que no solo importa una semana del año y es increíble lo que podemos recibir los jóvenes y todos los hermanos de las hermandades en cuanto a formación, servicio de ayuda en caridad y dar culto a imágenes el resto de días, enriquece muchísimo a nuestra ciudad.
Ha realizado algunos carteles como el de la Reina de los Ángeles, el cartel del 75 aniversario de la llegada de la Virgen de la Angustia a la Hermandad de los Estudiantes (2017) y el cartel de Semana Santa de la revista Pasión en Sevilla del ABC (2017). También ha tenido la suerte de realizar la felicitación de Navidad que publica la Hermandad del Cachorro (2016), pintar la portada de los boletines de la Hermandad del Cristo de Burgos tanto el año 2017 como la del año 2019; así como, ilustrar el Pregón de Semana Santa de Sevilla en el año 2018, el Pregón de las Glorias de 2018 y también el de 2019. Ha participado en exposiciones colectivas y en colaboraciones con algunas hermandades de forma particular.
No recuerda un momento concreto en el que empezara a pintar, pero desde muy pequeña ha estado rodeada de lápices y pinturas. Hacía sus propios recortables dibujando los vestidos para sus muñecas y se entretenía en dibujar a sus amigas para luego regalárselos. «Recuerdo cómo mi abuelo me llevaba al campo y los dos dibujábamos los animales que veíamos o como cuando empecé a utilizar la pintura me creaba mis propios bodegones del natural para poder pintarlos».
La gran pregunta que todos nos hacemos ahora mismo es ¿Por qué decidiste estudiar Derecho y no Bellas Artes? Y es que llama la atención. «Desde muy pequeña he dibujado, pero siempre lo he hecho en mi tiempo libre, mientras estudiaba en el colegio iba a clases extraescolares de pintura, pero estudiar Bellas Artes no era una opción que me planteara. Cuando fui creciendo me fue interesando el Derecho y decidí que era la carrera que quería estudiar. Ya una vez estando en la Universidad me fui dando cuenta de que pintar es algo que necesito en mi vida, me permite expresarme y me ayuda a crecer como persona. Por eso, a la vez que he estudiado mi carrera me he esforzado en aprender cada vez más sobre el dibujo y la pintura, en probar distintas técnicas e ir creciendo poco a poco en mi faceta artística a través de clases y cursos que han permitido que me vaya desarrollando como pintora». Pero Victoria no descarta estudiar la carrera de Bellas Artes en algún momento de su vida. «Creo que tiene que ser preciosa y me permitiría obtener mucho más conocimiento, pero la verdad es que no me arrepiento de la carrera que escogí, la parte jurídica de mi vida también me gusta mucho y por ahora me gustaría combinar ambas».
La primera obra importante que realizó fue el Cartel de la Romería de la Reina de los Ángeles de 2012. La Hermandad de la Reina de los Ángeles de Alájar (Huelva) es la Hermandad de su familia y a la que pertenece desde que nació. Realizó ese encargo con toda la ilusión del mundo. Además, coincidió que el día de la presentación cumplía los 18 años, así que lo recuerda como el regalo de cumpleaños más bonito que le han hecho nunca.
A cada proyecto que realiza procura ponerle toda la ilusión posible porque al encargarle una obra supone que hay un grupo de personas que han confiado en ella y que les gusta su trabajo. «Recuerdo con cariño cuando presenté la felicitación de Navidad del Cachorro, rodeada de mi familia y amigos en una fecha tan entrañable como es la Navidad, y en la Basílica que tiene un encanto especial. También disfruté muchísimo realizando el cartel de la Virgen de la Angustia, es un lujo dedicarle mi obra a la Virgen de mi Hermandad de los Estudiantes y a todos sus hermanos».
La pintura es una parte fundamental de su vida. «Creo que no sería la misma persona sin ella. Es mi vía de escape en cualquier momento, cuando estoy agobiada pinto, cuando estoy feliz también. Es la mejor forma de expresar sentimientos y pienso que el artista deja su sello personal en cada una de las obras que realiza». Cuando pinta procura poner todo lo que es, la mejor forma de emocionar y transmitir a la persona que observa la pintura. La técnica en la que se ha especializado es el pastel porque es una técnica en la que se utilizan los dedos y eso le permite de alguna forma sentir más la pintura.
«Es verdad que, aunque no solo pinte temáticas cofrades, es la que más me identifica y con la que me siento más a gusto. Tengo que decir que nunca había pintado un retrato hasta que me atreví a pintar al Cristo de la Buena Muerte a pastel, ahí me di cuenta de que podía combinar dos ámbitos que me encantan, el arte y el mundo de las hermandades». Para Victoria es un privilegio poder pintar la imagen del Señor y de la Virgen, cuando los pinta, sienta un enorme respeto y procura que sea lo más semejante posible, de ahí a que mi pintura sea realista. Pintar alguna de estas obras le permite acercarse más al Señor, le invita a orar y cada pintura suele dedicarla a alguna intención especial.
Ser alguien dentro del mundo cofrade es complicado, aunque Victoria nunca se ha parado a pensarlo. Piensa que cada artista debe buscar su lugar conociéndose a sí mismo para poder expresar a través de la pintura lo que es, sin buscar competir ni contentar al público o al ojo crítico del mundo de las hermandades. «Creo que el hueco en la pintura cofrade se crea sin quererlo, pintas lo que más te gusta y te das cuenta de que va gustando tu obra y las Hermandades y los medios van interesándose por ti. Creo que esa es la parte más enriquecedora, hacer una obra que te llene a ti y tener la suerte de que transmita a los demás».
De cara a un futuro cercano, termina el año muy ilusionada con los proyectos que le esperan de cara al 2020. Colaborará con varias hermandades, entre ellas la portada del anuario de la Hermandad de San Pablo y participará en algunas exposiciones que saldrán próximamente a la luz. De cara a un futuro más a largo plazo, espera ser feliz dedicándose a su pasión y desarrollando su carrera. Siempre ha pensado que le encantaría trabajar en las dos cosas y que ambas le sirvan para crecer como persona.
«A los sevillanos, primero les agradecería el cariño desinteresado que tantas veces recibimos los artistas cuando nos escriben emocionados al ver nuestras obras. Tenemos la suerte de contar con los medios y las redes sociales que publicitan a los artistas y eso nos hacen mucho más fácil la difusión de nuestras creaciones. También es diría que siempre que les guste una pintura la compartan para así llegar a más personas y puedan disfrutarlas también».