Fermín Cabanillas. En un pueblo pequeño, como Aznalcóllar, un cartero es una institución, mucho más que un mero funcionario público, como ha quedado demostrado en el homenaje que ha recibido Victoriano Haro, el cartero de este municipio sevillano, jubilado tras toda una vida repartiendo cartas entre sus vecinos.
Victoria ha recibido un sencillo homenaje en el salón de plenos del Ayuntamiento, con la presencia del alcalde, Juan Jose Fernández, y Alberto Vera, concejal del equipo de Gobierno, que le han entregado una placa de reconocimiento a su labor tras su reciente jubilación.
En un pequeño acto, entre familiares y compañeros, Fernández ha querido reconocer de primera mano «la labor de esta profesión y felicitar a nuestros vecino por su entrega y profesionalidad al frente de nuestro municipio durante décadas», explica el alcalde.
Cargado de anécdotas, ha recorrido todos los rincones del pueblo, haciendo llegar todo tipo de información, y una vez que ha puesto punto final a esa etapa, el Ayuntamiento le ha deseado la mayor de las suertes en su próxima andadura.