J.A. de Mora. Sonrisas y lágrimas en un acto muy especial celebrado esta mañana en Sevilla, que ya tiene su campana de los sueños. Los pacientes con tratamientos de quimioterapia desde hoy, y al finalizar definitivamente sus sesiones, pueden expresar su alegría de una forma inconfundible. El sonido de la mágica campana que cuelga en una pared de la 3ª planta del Quirónsalud Ave María es la música de la esperanza. Y también el grito de libertad que abre una nueva etapa para los enfermos de cáncer que finalizan esa difícil experiencia.
Afortunadamente ahora son mayoría los que se curan, con lo que es de esperar que sea frecuente el aviso campanero y las buenas vibraciones que quedarán en el ambiente del centro sanitario, que forma parte del Hospital Sagrado Corazón de Quirónsalud.
«Soñar con llegar al final, Soñar con volver a empezar…» Una poesía que está grabada en una placa bajo la campana y que recuerda a Miriam Segura Navarro.
Paciente oncológica que, ingresada en Canadá, volvió a España para seguir el tratamiento cerca de su familia. Entonces quiso que se trasladara esa costumbre del Hospital ‘Princesa Margarita’ de Toronto. Allí un marino enfermo de cáncer había donado la campana de su barco para que cada vez que se finalizase la quimioterapia un paciente la tocase tres veces, dando así esperanza a los demás pacientes.
Miriam no superó la enfermedad pero la iniciativa queda como parte de su legado y es su madre, Concha Navarro, la que mantiene viva la ilusión de su hija en esta emotiva forma de dar fortaleza y esperanza a los que tienen que pasar por el trance.
La Asociación Española contra el Cáncer está así mismo tras la idea, que tiene antecedente en Málaga y que Quirónsalud también pretende extender a otros centros.
Y la primera paciente que ha tocado la campana es Mª Dolores Gamero. Emocionante vivencia que culmina seis meses en los que, como nos comentaba la propia Mª Dolores, ha habido momentos en que lo ha llevado mejor y otros peor, admitiendo que ha sido duro.
Señalaba que desde fuera uno puede tratar de hacerse una idea de lo que supone. «Pero es cuando lo vives personalmente cuando adquieres la verdadera dimensión«. Y da las gracias a Dios porque al final se acaba. «Parece que no, pero al final llega la luz al final del túnel«, nos dice sonriendo con los ojos.
El acto de inauguración de la campana de los sueños ha sido, como cabía esperar, sencillo pero muy emotivo. Pilar Serrano, directora gerente territorial de Quirónsalud en Andalucía y Jesús Maza, presidente de la AECC de Sevilla, responsables de las entidades promotoras, manifestaron su satisfacción por vivir este momento tan especial.
Serrano indicó que «para nosotros es una satisfacción poder instalar la Campana de los sueños en nuestro Hospital de Día. Esperamos que no pare de sonar como señal de que muchos pacientes superan la enfermedad y pueden retomar sus vidas. El cáncer es una enfermedad que afecta a un gran porcentaje de la población. Pero, gracias a la investigación, tenemos motivos para la esperanza de que se puede superar. Se llevan a cabo programas de cribado y de detección precoz que nos ayudan a detectar la enfermedad en estadios tempranos mejorando su pronóstico.
Ello, unido a las terapias cada vez más precisas, personalizadas y eficaces, augura un futuro más que esperanzador para el tratamiento del cáncer”.
Por su parte Maza resaltaba que “para la AECC es un privilegio poder ir de la mano de Quirónsalud en este proyecto para poder acompañar a los pacientes en este proceso y ojalá llegue un momento en que las campanas no signifiquen nada porque no hagan falta. Mientras tanto estas campanas se cargan de esperanza para los pacientes que como María Dolores culminan sus tratamientos”.
Junto a ellos se encontraban los oncólogos referentes de la unidad, Pedro Valero -jefe del área- y Juan Antonio Virizuela. También estuvo presente en el acto el director médico del Hospital, Alfonso Haya, y el así mismo oncólogo Juan Carlos Quero. Entre otros representantes de Quirónsalud y la AECC también estaba la coordinadora de voluntarios de esta última, Tatiana Oliver.
Antes de que la campana de los sueños, en su noble cometido, fuese tocada por primera vez -por Mª Dolores-, dos sanitarias del Sagrado Corazón, una médico de urgencias y una auxiliar de enfermería, interpretaron una canción.
La melodía y la letra de esta canción se han convertido en un ‘himno’ para los pacientes de cáncer. Sara Chinal -con la guitarra- y Mª José Castro cantaban ‘Vivir’, de Rozalen. Lo hicieron envueltas en un emocionado silencio que dominaba la concurrida planta tercera del Ave María.
Esta planta, que actualmente acoge al área de quimioterapia y así mismo a las consultas de oncología, va a ser transformada para ampliar los espacios de tratamientos de quimio.