Fermín Cabanillas. Liana Freshta Ullah no dejaría de ser una de las miles de niñas que nacen cada día en el mundo, si no fuese por la historia que hay detrás de ellas, y, sobre todo, de sus padres.
Liana nació ayer por la tarde en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Su madre es Mariana Freshta y su padre Shafiq Ullah. Ambos formaban parte del grupo de 15 inmigrantes afganos que fueron rescatados por el Gobierno español el pasado octubre de 2021, y que llegaron al centro de refugiados de Sevilla Este la madrugada del 12 de octubre pasado.
En la tarde de ayer, Mariana comenzó a tener síntomas de que Mariana quería ver cómo era la Sevilla en la que esta pequeña españolita va a crecer, y poco antes de las siete llegaba a este mundo, en el que podrá hacer lo que quiera y ser lo que quiera, alejada del terror talibán.
Tratamiento médico
Liana pesó tres kilos exactos. Tres kilos que también tienen su historia, porque cuando Mariana tenía cinco meses de embarazo sufrió una anemia de la que tuvo que ser tratada de urgencia. Su presión arterial también era preocupante, pero al final entre un médico de Viamed en un gesto solidario y el control que ha tenido en la sanidad pública andaluza, todo ha salido bien.
Su vida, en todos los sentidos, es la historia de un milagro. A finales de agosto pasado sus padres se peleaban a codazos en el acceso al aeropuerto de Kabul para huir del país con urgencia. Los dos formaban parte del grupo de refugiados de la familia del antiguo traductor del Ejército español en Afganistán Suliman Karwan, que en agosto de 2021 lanzó un llamamiento a través de las redes sociales para pedir al Gobierno español que sacase a su familia de Afganistán, amenazada por los talibanes de muerte.
Tras casi dos meses de gestiones, la familia consiguió llegar a Sevilla el pasado 12 de octubre, y desde entonces viven refugiados, aunque los padres de Karwan y algunos de sus hermanos ya están en una vivienda que han alquilado en una barriada de la capital sevillana.
Salió en la prensa antes de nacer
El rescate de la familia fue noticia en medios de comunicación de toda España, ante la llamada desesperada de Karwan, al que los talibanes habían amenazado para que volviera a Kabul bajo amenaza de matar a toda su familia.
La propia ministra de Defensa, Margarita Robles, se puso al frente del dispositivo para conseguir que fuesen rescatados. Los padres de Mariana estaban, como toda la familia, amenazados de muerte si Karwan no volvía a Kabul antes de finales de septiembre, pero finalmente, con ayuda que llegó coordinada desde el Gobierno y con varios periodistas enlazando gestiones a distintos niveles, pudieron salvar la vida y dar, a su vez, vida a la pequeña.
De hecho, sus padrinos serán dos de las personas que hicieron posible que saliese bien toda aquella aventura, y que todos, ahora, estén en España iniciando una nueva vida.