Redacción. La profesora Lola Pons, del departamento de Lengua Española, Lingüística y Literatura de la Universidad de Sevilla, acaba de publicar el estudio de una obra satírica sobre el matrimonio escrita en el siglo XVII y de autor anónimo. Las burlas sobre el noviazgo o las noches de boda tienen una larga tradición en la literatura occidental. Sin embargo, la particularidad de esta obra es que, para justificar muchos de sus argumentos, recurre a textos de Elio Antonio de Nebrija.
Esta sátira, localizada en el Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla, apoya los contenidos habituales sobre novias que no son vírgenes, noches de boda accidentadas o lamentos por el compromiso matrimonial en un contenido académico y nacido de la enseñanza escolar de la gramática latina. En concreto, Ynstruccion para los Novicios del Santo Matrimonio sacadas de las Reglas del Docto Maestro Antonio de Nebrija utiliza fragmentos de las Introductiones latinae. Dicha gramática latina de Nebrija se utilizaba en contextos formales pero también, por su celebridad, se había convertido en discurso ortodoxo candidato subvertido dentro del propio sistema.
Esta pieza podría incluirse en una tradición surgida del propio ámbito académico universitario. Desde la segunda mitad del siglo XVI existe una línea de escritos que se burlan del personaje del gramático español. Dicha tradición nace en el XVI en obras de naturaleza teórica que hacen burla de Nebrija como personaje y que, más allá incluso de esta sátira, dudan y tratan de invalidar los modos de enseñanza del latín que su obra había impulsado.
Aunque en las últimas décadas se ha enfatizado la relevancia de la figura de Elio Antonio de Nebrija a partir de su aportación como gramático del castellano, obras como esta muestran que, en su tiempo, Nebrija considerado fundamentalmente un latinista. Si su gramática castellana quedó olvidada y sin reimpresiones hasta el siglo XVIII, su obra latina gozó, en cambio, de una amplia recepción. Y, dentro de la producción latina nebrisense, las Introductiones latinae fueron sin duda su texto más difundido.
El uso humorístico de las citas del manual latino de Nebrija indica la sólida competencia textual de los lectores de la obra. Sus características hacen pensar que se dirigía a un público iniciado, estudiantil y muy posiblemente alumno de seminario. El texto se habría comprendido ni valorado por un público iletrado y no alfabetizado en latín.
Además, la profesora Lola Pons sostiene que el texto debió ser concebido para su distribución en círculos eclesiásticos. El uso del concepto ‘instrucción’ en el título es un indicio claro en este sentido, ya que existían libros dedicados a la verdadera instrucción de novicios religiosos que llevaban justamente esa palabra en el título.
Otros detalles del texto podrían apuntalar el origen religioso y tal vez andaluz, incluso hispalense, del autor y de los receptores inmediatos del texto. Así, los nombres Serafín y Querubín que se ponen al suegro y al novio, respectivamente, remiten a la angeología cristiana. Además, a la novia se la hace hija de «don Seraphín de Almanza», un apellido que todavía hoy es claramente meridional (del interior andaluz y La Mancha). El propio ámbito académico sevillano conoció la génesis de otros discursos de esta especie, como el Diálogo ortográfico (también del Fondo Antiguo de la Universidad de Sevilla) en que un opositor a una plaza de profesor en la Real Escuela Seminario de San Telmo, sita en Sevilla, criticaba el uso de cartillas y ortografías ajenos a la Real Academia de la Lengua.