Redacción. La delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte, Carmen Ortiz Laynez, ha presentado este lunes en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) la restauración del simpecado de la Hermandad del Rocío de Espartinas, obra realizada en el año 1956 en el taller de Esperanza Elena Caro. En el acto han estado también presentes el director del IAPH, Juan José Primo Jurado, y el presidente de la Hermandad, Francisco García Terol.
Los tratamientos de conservación y restauración aplicados han ido destinados a reforzar y estabilizar las alteraciones que presentan los tejidos, bordados e imágenes, en los que se han empleado materiales adecuados a los criterios de conservación y restauración reconocidos y aprobados a nivel internacional, aplicados mediante técnicas reversibles y discernibles.
Estos tratamientos han consistido en la aspiración para eliminar polvo y resto de partículas, la limpieza física y química de los bordados, la fijación de los hilos sueltos del borlaje, el desmontaje de las costuras en la zona de los ángulos para disponer un refuerzo interior que permita atenuar las deformaciones tanto del terciopelo como del forro, y en las imágenes, limpieza de la policromía, estucado de zonas de pérdidas de la peana, reintegración cromática de peana y querubines, y barnizado final.
La intervención de esta insignia se ha planteado en términos conservativos de acuerdo a los criterios y metodologías del centro de intervención del IAPH, que tiene como premisas el respeto absoluto por el original y una intervención mínima que devuelva a la pieza su integridad física sin falsear, rehacer ni reponer piezas que no sean estructurales.
Esta actuación de conservación permite que la obra pueda seguir empleándose para su uso y función, con un tipo de manipulación adecuada y los cuidados pertinentes en los traslados y colocación en los distintos momentos de ceremonias u otros actos.
Confeccionado en terciopelo color verde con bordados en hilos metálicos dorados y sedas de colores, el simpecado está compuesto por un asta metálica, rematada en una cruz, y una estructura metálica interna que sirve para fortalecer un gran paño rectangular con una abertura triangular en su tercio inferior.
En el centro figura en un óvalo central la representación de la imagen de la Virgen del Rocío, realizada en madera policromada y sobrevestida. En la decoración aparecen dos escudos, uno de la localidad sevillana de Espartinas y otro con el anagrama del Ave María, una palma, una rama con hojas de vid, una corona de flores y una estrella.
El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico recuperó la morfología original de esta insignia en la intervención realizada entre 2013 y 2014, para lo cual trabajó de manera exhaustiva mediante la realización de plantillas a tamaño natural de la decoración de 1956, con material gráfico generado por diferentes técnicas de examen por imagen realizadas en el IAPH y con la documentación original cedida por la propia hermandad.