Redacción. Un equipo de investigadoras de la Universidad de Sevilla ha llevado a cabo un trabajo en colaboración con la Universidad Nacional de Sur (Argentina) en el que cuantifican en más de 3,3 millones de euros anuales las pérdidas económicas que ha supuesto para el municipio de Tarifa el alga invasora -Rugulopteryx okamurae-, que está causando estragos en las costas andaluzas.
El estudio, realizado entre 2015 y 2021, ha utilizado técnicas cuantitativas y cualitativas y estima un impacto de un 2% de la renta total declarada en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en 2019, según los datos de la Agencia Estatal de Administración Tributaria. El análisis se ha llevado a cabo por la doctoranda del Programa de Doctorado en Ciencias Económicas, Empresariales y Sociales de la Universidad de Sevilla, Sandra L. Mogollón, junto con la investigadora Mariana I. Zilio, del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (Argentina), y las profesoras de la Universidad de Sevilla Eva Mª Buitrago, Mª Ángeles Caraballo y Rocío Yñiguez.
Según el informe, el déficit recayó especialmente sobre la pesca artesanal desarrollada por la Cofradía de Pescadores de Tarifa, que vio reducida de forma drástica la captura de las especies tradicionales respecto a los volúmenes previos a la aparición del alga. El estudio, publicado en la revista Springer, también apunta que la administración pública fue el segundo actor más afectado en términos económicos por la invasión del alga, debido a los costes derivados tanto de la limpieza y conservación de las playas, así como a mantener libre del alga las instalaciones portuarias para garantizar la continuidad y normal funcionamiento de la operatoria relacionada con el intenso tráfico marítimo desarrollado en el área del Estrecho. Los resultados arrojan que los recursos dedicados supusieron aproximadamente el 1% del presupuesto municipal.
Asimismo, las autoras señalan que, debido al grado de invasión ya alcanzado por el alga, los esfuerzos por controlar la especie resultan completamente estériles. No obstante, la cuantificación de las pérdidas económicas pone en evidencia la importancia de implementar mecanismos de prevención, detección temprana y acción precoz ante la aparición nuevas invasiones biológicas y mitigar su impacto negativo sobre los sistemas socio-ecológicos afectados.
Por otro lado, aseguran, al igual que los ecosistemas naturales afectados por la invasión de la Rugulopteryx Okamurae ya han iniciado su adaptación, los ecosistemas socioeconómicos deben hacer un esfuerzo similar y buscar nuevas actividades que mitiguen los impactos generados.