Virginia López. La localidad sevillana Villamanrique de la Condesa y la toledana Talavera de la Reina llevan en su nombre un título, sin especificar de quién se trata. En ambos casos va en singular y en femenino, por tanto no aluden a un linaje genérico sino a una mujer, en concreto.
Veamos de quiénes se trata.
En el año 1575 el Rey Felipe II crea el Marquesado de Villamanrique para premiar al Virrey de Nueva España Álvaro de Zúñiga Sotomayor, más conocido como Álvaro Manrique de Zúñiga. Ilustre miembro de la importante Casa de los Zúñiga, un personaje nacido en Salamanca pero que muere en Sevilla el 3 de marzo del año 1604. Su vida y los honores recibidos están muy vinculados a nuestra ciudad.
Su madre fue la sevillana Teresa de Zúñiga y Manrique de Lara y sus hijos, entre otros, fueron el misionero agustino Pedro de Zúñiga y Velasco, nacido en Sevilla y beatificado como mártir de Nagasaki; Beatriz de Velasco, dominica en Madre de Dios y la hija ilegítima y no reconocida Leonor, religiosa jerónima en el Convento de Santa Paula.
Su posición como sexto hijo le alejaba de toda herencia pero la muerte de sus hermanos sin descendencia propició que acabara siendo el primer Marqués de Villamanrique.
Heredó de su madre el mayorazgo de Gines, fundado por su abuela Leonor Manrique de Castro y el de Mures. El señorío de Gines pasó a los Guzmanes hasta extinguirse en el siglo XIX sin haberse reconvertido en un título superior. El marquesado era la culminación de un título primigenio como era el Señorío de Mures. Es el origen de Villamanrique de la Condesa.
Su poblamiento se remonta al Calcolítico cuyos restos, junto con los posteriores de la Edad del Bronce, se han encontraron en el Cerro de Chillas. También se halló una pieza tartésica similar al Bronce Carriazo y en 1978 cerca del Cortijo de Chillas, se halló la primera pieza epigráfica de lengua tartésica: la Estela de Villamanrique.
La primera toponimia de Villamanrique fue Mures, con el curioso significado de “ratón”, aunque en época musulmana se mantiene el nombre que equivalía a “muros”. Tras la Reconquista el municipio pasó a la jurisdicción de la Orden de Santiago, la más importante de las cuatro órdenes militares hispanas. Con el marquesado pasó a denominarse Villamanrique de Zúñiga.
El Duque de Montpensier compró una casa con molino del siglo XVI que heredó su yerno Luis Felipe de Orleans, Conde de París y pretendiente orleanista al trono de Francia. Éste construyó el palacio de los Orleans-Borbón, cuya familia mantiene la propiedad. Allí vivió la rama Orleans del trono de Brasil emparentada directamente con nuestra familia real pues Esperanza de Orleans es tía materna del Rey Juan Carlos I. Aquel lugar fue donde se celebró la despedida de soltera de la Infanta Elena, la víspera de su boda en la Catedral de Sevilla.
En 1916 el municipio pasa a llamarse oficialmente Villamanrique de la Condesa, en honor a Isabel de Orleans, quien fallecerá allí tres años después. Nacida en el Alcázar de Sevilla el 21 de septiembre de 1848, es la primogénita de los Duques de Montpensier, recién llegados, ni siquiera instalados aún en San Telmo. El pueblo sevillano acogerá con alegría el real alumbramiento que motiva llamar así a esa plaza nueva surgida del derribo del Convento de San Francisco.
Isabel de Orleans y Borbón será Duquesa de París por matrimonio – de ahí el sobrenombre añadido al pueblo – y su hija la Infanta Luisa será la abuela materna del Rey Juan Carlos I. Indirectamente un descendiente de los Montpensier ha ocupado el trono de España.
Talavera de la Reina fue el regalo de boda en el año 1328 del rey Alfonso XI a su mujer, prima hermana, María de Portugal. Bien podría haberle obsequiado amor pues el monarca ignoró a su mujer y descendencia legítima durante toda su vida. Desde que se enamoró de la viuda sevillana Leonor de Guzmán – tenía su palacio en la calle Castellar, a la altura del número 40 – la reina y su hijoPedro, quedaron recluidos y marginados mientras la coima y su numerosa prole de once bastardos se criaban en el Alcázar de Sevilla como príncipes como contamos en este artículo:
Este es el escenario en el que se desarrolla la vida del Rey Pedro I, el famoso Cruel o Justiciero. Será su madre quien mande encerrar a Leonor de Guzmán, su rival, en Talavera de la Reina, donde muere en el año 1351, Dieciocho años después su hijo Enrique de Trastámara da muerte a su hermanastro Pedro.
La población de Talavera permanece poco tiempo en manos de la corona pues el Rey Enrique II – conocido como el de las Mercedes por las numerosas donaciones a las que estuvo obligado en compensa del favor otorgado en su lucha por el trono – la dispensa al Arzobispo Gómez Manrique en 1369.
Este Manrique está emparentado con nuestro anterior protagonista, cuya madre, la sevillana Teresa de Zúñiga y Manrique de Lara pertenecía a los Manrique de Lara, una de las familias castellanas más importante de la época, originaria del municipio burgalés Lara de los Infantes. El famoso poeta Jorge Manrique también era perteneciente a este linaje.
No podemos pasar por alto el vínculo entre Talavera de la Reina con Sevilla a través de la cerámica. En el siglo XVI los mejores ceramistas estaban instalados en una u otra, destacando Niculoso Pisano, alfarero de Triana cuya obra tuvo alta resonancia en Talavera de la Reina.
Talavera de la Reina recuerda con una estatua a María de Portugal, cuya tumba se encuentra en el sevillano Convento de San Clemente.
