Redacción. Este fin de semana, Cáritas Diocesana de Sevilla ha celebrado su tradicional Escuela de Otoño, que este año alcanza su XXII edición y que, bajo el lema Cáritas, un corazón que ve, ha congregado a un total de 430 voluntarios para «seguir formándose y seguir creciendo».
El evento ha estado presidido por el delegado episcopal y el director de Cáritas Diocesana de Sevilla, Carlos González Santillana y Mariano Pérez de Ayala, respectivamente, quienes han calificado la escuela como «uno de los momentos más importantes del año».
Tras la inauguración el sábado por la mañana, el turno fue del exdelegado episcopal de Cáritas Española, Vicente Altaba, que fue el encargado de realizar la ponencia inaugural bajo el título ‘El compromiso del voluntariado desde una espiritualidad de hondura’, en la que razonó que «Cáritas no se entiende si no es desde la espiritualidad y la realidad social».
Altaba también ha reflexionado con los voluntarios que es necesario educarse en la escucha, ya que hay que «ver con los ojos pero también con el corazón», y que la opción de «debe ser por los pobres y no por la pobreza», porque «servir a los pobres es luchar contra las causas de la pobreza».
En la tarde del sábado, los voluntarios y colaboradores de Cáritas Sevilla, reunidos por lugares de procedencia, han tenido la oportunidad de contemplar y cuestionar su acción dentro de la comunidad parroquial, donde incidieron en que cualquier mirada no bastaba en la realidad que viven, sino que hacía falta «una mirada profunda desde la fe de Jesús para ver como Él ve y mirar a los que mira Jesús».
Junto con las notas musicales y reflexiones del grupo Ixcis, Cáritas ha asegurado que se vivió «un momento acogedor y lleno de entrega», donde las canciones y vivencias de los voluntarios se mezclaron en una gran vigilia para ponerle el «broche perfecto» a la jornada.
La mañana de este domingo ha comenzado con el fin de hacer realidad «esa nueva mirada» que se fue preparando durante el encuentro con el objetivo de mezclar espiritualidad y acción social, profundizando sobre los migrantes y refugiados que «llaman a compartir unidos su viaje para que, a través de la cultura del encuentro, se siga el camino de la paz».
En ese momento también participaron otras organizaciones de la Iglesia que trabajan con migrantes y refugiados, tales como las misioneras claretianas, Espacios Berakah, CVX-Comunidad Mambré, Asociación Claver y el Proyecto Nazaret de Cáritas Diocesana.
La celebración de la eucaristía ha sido presidida por el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, que puesto el final a un encuentro que ha tenido como único objetivo «formar a los agentes de Cáritas desde la llamada que Dios hace a ejercer la Caridad con sumo cuidado y entrega, dando las herramientas y la atención adecuada a los más vulnerables».
