Victoria G. Mora. Álvaro Narbona tiene muy clara su vocación, la investigación. El sevillano, de tan solo 23 años, ha estudiado el Grado en Biomedicina en la Universidad de Sevilla y un máster en Investigación Biomédica en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. Ahora se encuentra inmerso en su tesis doctoral en biología del envejecimiento en Colonia.
Álvaro realiza su doctorado en el Instituto Max Planck de Biología del Envejecimento, dentro del programa Cologne Graduate School of Ageing Research. Su día a día en la ciudad alemana transcurre en el estudio de la proteína AGK, relacionada con la enfermedad rara del síndrome de Sengers.
Aunque su elección por esta ciudad al oeste de Alemania estuvo motivada por su centro de investigación, actualmente se siente afortunado por la experiencia que le está brindando tanto a nivel profesional como personal.
-¿Sobre qué estás realizando la tesis?
El objetivo de la tesis es intentar comprender mejor una proteína denominada AGK. La AGK se encuentra en las mitocondrias, que son unos orgánulos celulares que se encargan de realizar importantes funciones, tales como la respiración celular o producir energía para la propia célula. Además, problemas con la AGK son la causa del síndrome de Sengers, una enfermedad rara que comúnmente acaba con la vida de los pacientes antes de cumplir el primer año de vida. Por ello, pretendemos discernir en mayor detalle las funciones de la AGK y cómo estas se ven afectadas en la enfermedad mencionada.
-¿Has elegido tú la ciudad para realizar la tesis? Si es así, ¿por qué Colonia?
Realmente, más que elegir la ciudad, he elegido el centro de investigación y el grupo. Estoy realizando la tesis en el Instituto Max Planck de Biología del Envejecimiento, que trabaja en un campo de investigación que siempre me había llamado la atención; concretamente en un grupo que seguía de cerca. En cualquier caso, tenía claro que quería buscar oportunidades fuera de nuestro país.
-¿Es esta la primera vez que vives fuera de España?
Viví en Suecia durante los tres meses del verano de 2016. Concretamente, hice una estancia de Erasmus prácticas en un laboratorio de Malmö.
-¿Habías imaginado cómo sería vivir allí antes de llegar? Si es así, ¿estabas cerca de la realidad?
Tuve la oportunidad de venir unos meses antes para realizar las entrevistas. Fueron solamente unos días, pero supongo que fue suficiente para hacerme una idea de cómo sería vivir aquí. Aunque por supuesto no puedes tener una opinión verdadera hasta que no te mudas y llevas en el lugar unos meses.
-¿Cómo es un un día tuyo allí?
Suelo levantarme a eso de las 6 de la mañana, y mi horario de trabajo es aproximadamente desde las 8 de la mañana hasta las 7 de la tarde (la investigación requiere muchas horas diarias). Al salir del trabajo, suelo practicar deporte o simplemente relajarme en casa, dependiendo del día. Y me voy a la cama a eso de las 10 de la noche. Durante los fines de semana, si no tengo que ir a trabajar (lo normal es que sí, al menos el sábado), aprovecho para centrarme en la vida social y las tareas del hogar.
-¿Qué te aporta la ciudad a nivel profesional? ¿Y personal?
A nivel profesional, he de decir que tengo la enorme suerte de trabajar en un entorno en el que se respira ciencia. La mentalidad es muy diferente. Se produce de una manera mucho más fácil y natural una comunicación entre los diferentes grupos, incluso de manera multidisciplinar. A nivel personal, está siendo todo un reto venirme a vivir solo a una ciudad diferente y en un país diferente. Me está ayudando a seguir madurando y creciendo como persona, además de conocer personas maravillosas de todos los rincones del mundo. Hasta la fecha solamente puedo tener buenas palabras.
-¿Hay algo a lo que te haya costado especialmente acostumbrarte?
Pensaba que a los horarios o al estilo de vida, como almorzar antes de las 12, pero me estoy sintiendo bastante cómodo con ello. Quizá podría decir que la meteorología, dado que aquí hay más días fríos y lluviosos de los que me gustaría.
-¿Te has marcado algún objetivo o reto durante tu estancia?
Por supuesto. Espero conseguir realizar satisfactoriamente la tesis, que esta de pie a descubrimientos relevantes y, por supuesto, salir de esta experiencia como mejor científico y mejor persona.
-Si pudieras llevarte una sola cosa de España para allá, ¿qué sería? Y al revés, ¿qué te traerías de allí a tu país natal?
Sin duda alguna, me traería a mi familia. Y de aquí me quedo con algo no material: la actitud alemana a la hora de comunicarse. Por lo general, son mucho más sinceros y directos, sin dar rodeos. Pienso que es como todos deberíamos comportarnos, sobre todo en un entorno profesional.
-¿Te gustaría continuar viviendo allí una vez acabada la tesis o es algo temporal?
No puedo decirlo a día de hoy. Mi idea es hacer el post-doctorado también fuera de España, pero tendría que ver la situación entonces (dentro de unos cuatro años). No depende tanto de la ciudad, sino de las oportunidades profesionales.
-¿Cuál es tu balance de la experiencia por ahora? ¿La recomendarías?
Muy bueno. Lo recomendaría, pero hay que tener claro que también se dejan atrás muchas cosas, como la familia, los amigos, nuestro estilo de vida, etc. Se que hay personas que no podrían renunciar a todo eso por un objetivo profesional.
-Para terminar, un mensaje para tus amigos y familia que te leen desde Sevilla.
Que les echo mucho de menos y les tengo muy presentes. No estaría aquí si no fuera por ellos.