M. M. Porque Jarabe de Palo se va de los escenarios por un tiempo largo, pero con la promesa de volver. “Como de esta noche a la próxima en Sevilla va a pasar mucho tiempo, ¡disfrutémonos!”, propuso Pau Donés nada más comenzar el concierto. Y con esta premisa, de hacer de esta noche de concierto en la sevillana Sala Custom una noche inolvidable de la que disfrutar y disfrutarnos, se presentaba Pau, “en la Sala Custom o Watson, porque total para un disléxico, ¿qué diferencia hay entre Custom y Watson, una S, una C…?”. Y añadió que recordaba esta mítica sala como la Sala Q, el anterior nombre de este espacio, en el que habían tocado ya hacía años.
Pau Donés y su banda, Jarabe de Palo, desplegaron su repertorio de canciones que son ya himnos de una generación. Comenzó con Dueño de mi silencio, y siguió con otros clásicos: el macado ritmo de Realidad o sueño, Quiero ser poeta, Depende, Agustito, Yin Yang, y Ole, transmitieron muchas ganas de seguir bailando. Llegados a este punto, Pau Donés hizo una pausa para charlar con el público y desvelar de dónde vienen algunas líneas de la letra de este último tema: Ole. Para lo que retrocedió a los inicios de la banda, y compartió con todos uno de los episodios que recoge en su libro “50 palos”: Cómo conoció a La flaca, Alsoris Guzmán, la tremendísima mulata que lo cautivó perdidamente en aquel viaje a La Habana en el que buscaban modelo para la grabación del videoclip de El lado oscuro… y cómo de la emoción que le produjo poder pasar una noche con ella, abrazaditos, juntos en la cama, él se quedó incomprensiblemente dormido. Y entonces, al despertar, escuchó una vocecita que canturreaba “…que sí pero no, parece que no pero sí, en fin, ¿en qué quedamos? O sí, o no, o sí…” y contó que fue ahí cuando cogió papel y lápiz y escribió La flaca. Y así, enlazando a explicar cómo surgió este otro tema con el que se presentó y empezó a formar parte de la banda sonora de nuestras vidas en el verano del ‘97, agradeció a todos los presentes el apoyo que ha recibido en estos 20 años en la música en los que ha disfrutado al máximo, compartiendo nuestras vidas a través de las canciones.
Después sonaron otros éxitos, como Ahora, Adiós, Frío, Agua, El lado oscuro y No suelo compararme… Entonces, recordó “lo que decía nuestra mamá cubana: ¡Azúcar!”. Y llegó La flaca, que la dedicó a todos, invitando a cantar, subiendo los decibelios. Sin decaer, animando con palmas al ritmo del We Will Rock You, presentó Grita, y con este tema se despidió por primera vez, explicando que esto de “los cuentos de los bis se lo copió a Mick Jagger…”.
Al volver, agradeció al público de nuevo estos veinte años, el placer que han sido, y cuánto lo va a echar de menos. “Dicho esto, ¿queréis un poquito más?”. Y ante el clamor del público, llegó A tu lado, Tiempo, y hasta el Carnaval de Celia Cruz, “que la vida es un carnaval, que las penas se van cantando”.
La banda regaló un directo repleto de calidad, siguiendo acordes de manera ortodoxa pero también variando hacia otros estilos que sacan de la rutina. Un placer musical tanto para los nostálgicos, como para los que quisieron iniciarse en su música 20 años después.
Y la fiesta acabó, dejando a todos emocionados con la delicadeza de sus letras y con una maravillosa puesta en escena de una banda inigualable, con Pau Donés poniendo además de voz, guitarra eléctrica y guitarra acústica, el carismático Jimmy Jenks Jiménez al saxo, Alex Tenas a la batería, Jordi Vericat al bajo, y David Muñoz “Gnaposs” a la guitarra. Se fueron dejando con ganas de más, con la promesa de volver y con un: “Recordad una cosa, Sevilla: la vida es una y ahora”.
