Fermín Cabanillas. El Betis se llevó los tres puntos del estadio de Zorrilla, en una noche en la que supo explotar a la perfección sus virtudes y quitarse de encima la presión local cuando se había adelantado en el marcador.
Setién planteó un partido con su clásico esquema, agobiando a los rivales con la presión hasta la exageración y conteniendo bien en defensa, y, a diferencia de otros encuentros, supo tener acierto de cara al gol.
Mandi adelantó al Betis justo antes del descanso, con uno de esos remates que entran a veces de casualidad, pero que supuso una dosis de optimismo extra para un conjunto verdiblanco que estaba mostrando una buena cara.
Tras una segunda parte en la que el Valladolid no supo doblegar a la defensa bética, Canales hizo una de esas jugadas que lo certifican como uno de los mejores de la liga en su puesto, poniendo el pase de la muerte en los pies de Joaquín para cerrar el marcador.
Ahora, con las pilas cargadas, el equipo viajará a Valencia el próximo miércoles, para intentar, al día siguiente, clasificarse para la histórica final de Copa del Rey en el Villamarín.