C.P.G. La Hermandad de Nuestra Señora de la Antigua retoma este viernes, primero de Cuaresma, los vía crucis en los conventos de clausura de la ciudad, una forma de acercar a los fieles a los cenobios y de colaborar en el sustento de las religiosas que los habitan y conservan, además de una oportunidad para conocer su historia y el patrimonio que atesoran.
Por undécimo año consecutivo, la Hermandad de la Antigua, que se fundó con el objetivo de socorrer materialmente a las religiosas de clausura, ha seleccionado seis conventos, de los 17 que mantienen esta condición en la ciudad, y entre los que se incorpora por primera vez el de Santa Rosalía, para, a través del rezo del vía crucis y de las explicaciones de reputados historiadores y expertos en arte, abrir los cenobios a los ciudadanos y, por la colecta final, recaudar fondos para su sostenimiento.
Esta misma tarde, el convento de Santa Paula acogerá el primero de estos ejercicios cuaresmales, a las 18 horas (las puertas abren media hora antes). A su término, el profesor José Fernando Gabardón de la Banda, que se suma al elenco de historiadores, ofrecerá la explicación histórico-artística del edificio. Posteriormente, se podrán adquirir los dulces elaborados por las religiosas en el torno del convento, según explica el hermano mayor de la Antigua, Fernando Núñez.
Para los restantes viernes de Cuaresma, la hermandad ha preparado el vía crucis en el convento del Espíritu Santo (viernes 15 de marzo), Santa Rosalía (22 de marzo), Santa María de Jesús (29 de marzo), Las Teresas (5 de abril), Santa Inés (12 de abril) y un vía lucis pascual en el convento Madre de Dios el miércoles 24 de abril. Manuel Jesús Roldán, Álvaro Pastor, Jesús Romanov, Santiago Campuzano y María Luisa Cano realizarán las descripciones histórico artísticas de cada uno de los conventos.
La Antigua realiza estos vía crucis, en los que se combina culto y cultura, desde 2008, una iniciativa que gana adeptos cada año. Así, recuerda Núñez, el año pasado se congregaban más de 300 personas en cada vía crucis, de modo que calcularon que, al término de la Cuaresma, unas 2.300 personas habían visitado los conventos. «Para cada día, preparamos, con las monjas y el capellán o el sacerdote que guía el rezo, unos misales que repartimos entre los asistentes. Se imprimen 300 y siempre nos quedamos cortos», afirma el hermano mayor de la Antigua.
Aunque la actividad es gratuita, al término de cada jornada, los responsables de la hermandad hacen una colecta que se reparte íntegramente entre todos los conventos. «De esta forma, también contribuimos al mantenimiento de los conventos», detalla Núñez. Además, de que siempre las religiosas ponen a la venta sus dulces con ocasión de estas visitas extraordinarias.
Asimismo, como desde hace tres años, la hermandad ha puesto en marcha la campaña Endulza tu papeleta, en la que, en colaboración con las diputaciones de caridad de las hermandades de penitencia, ponen a la venta en las casas de hermandad dulces de las monjas durante los días de reparto de papeletas de sitio, siempre con la intención de recaudar fondos para las religiosas.