F. Cabanillas/C.Prados. Ya son 65 miércoles santos, y de forma ininterrumpida. La Roda de Andalucía celebró la salida procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno, cautivo, en silencio.
Como manda la tradición, con la medianoche, una cohorte de cinco romanos al sonido de un ronco tambor irrumpió a las puertas de la parroquia de Santa Ana en busca del Nazareno. Maniatado, en un monte de romero, custodiado por cuatro hachones, rememorando los orígenes de esta procesión (1954), anoche se mantuvo el espíritu de recogimiento y sencillez evitando la ostentosidad.
Ahí, se produce el siguiente diálogo: “Romano: Abrid las puertas… ¿A quién buscáis?». «Romano: Al nazareno. ¡Aquí lo tenéis!”
Pasadas las 12 de la noche, en la madrugada ya del Jueves Santo, se abrieron las puertas de la Iglesia y entre una nube de humo, vaporosa como la noche que se quedó a velar en La Roda, aparecía la imagen difusa del reo del Miércoles Santo.
Fuera, en la calle, una muchedumbre de devotos aguardaban para acompañar al Nazareno en su discurrir por las calles del municipio.
Una estación de penitencia alterada ante los presagios de lluvia. Pasadas las 22.00 horas, la Junta de Gobierno de la Muy Antigua Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, reunida en Cabildo de Oficiales, decidió hacer estación de penitencia.
Eso sí, tomaba la decisión de acortar el recorrido de los últimos años, y optando por la vuelta por calle Tetuán, Horno, Real y Cervantes, recuperando de esa forma su paso tradicional por esas calles de la feligresía.
Este año se cumplían 65 años de la salida de Nuestro Padre Jesús Nazareno en la noche del Miércoles Santo. Esta es una de las efemérides de la Hermandad en este año 2019-2020, unido al 345 aniversario de la reorganización de la Cofradía.
Ahora, llega la cita del Viernes Santo, en la que la hermandad cuenta con varias novedades, como el hecho de que Nuestra Señora de la Esperanza lucirá este próximo Viernes Santo un cíngulo confeccionado de hojilla de oro y sus borlas son las borlas del cíngulo más antiguo del Señor.
Se desconoce la fecha pero estaríamos ante una pieza de finales del siglo XIX o principios del siglo XX. Además, la imagen procesionará tras la restauración a la que fue sometida en 2018, trabajos de conservación por parte de nuestro hermano, DMG y restaurador Juan Antonio Aguilar, responsable del seguimiento periódico del estado de conservación de las imágenes titulares.
Estos trabajos han consistido en una intervención rutinaria, con la intención de mantenerla en perfecto estado de conservación.
Igualmente, Aguilar Jiménez ha sido el encargado de intervenir la figura del Cirineo, que este año, volverá a salir con la ropa tallada.
Como al principio. Como la última vez que subió al Calvario, uno de los barrios a los que vuelve la Cofradía, y donde tendrá lugar la popular “carrera”, el encuentro de la Virgen con el Señor, después de más 40 años. En el caso del Cirineo se han reparado grietas, desperfectos, se ha eliminado la suciedad superficial y polvo, se ha fijado la Policromia en las zonas más degradadas y se han sellado las fisuras.
El Viernes Santo los hermanos se darán cita en Avenida de los Llanos a las 16:15 horas, para dirigirse a la Iglesia Parroquial de Santa Ana.
El Viernes Santo realiza esta Cofradía su Estación de Penitencia en torno a las cinco de la tarde con el siguiente recorrido: Cervantes, Granada, Matas, Erillas, Cuatro de Diciembre, Real, Horno, Tetuán, Calvario y Cervantes, entrando el paso de Nuestra Señora de la Esperanza en torno a las doce de la noche.
La hermandad concluye sus actos en este año con el solemne traslado de Nuestra Señora de la Esperanza, su regreso a la Iglesia Parroquial de Santa Ana, el Domingo de Resurrección a la una del mediodía.
Antecedentes históricos. Las primeras noticias escritas que se conocen sobre la Hermandad se recogen en el primer Libro de Ésta, que data del 1654. El veinte de abril de 1684, entra a formar parte de esta Hermandad la primera mujer, siendo su nombre Doña María González.
A primeros de mayo de 1808, se nombró por Hermana Mayor de esta Hermandad a Doña Antonia Pavón y Prados. Durante la Guerra de la Independencia pierde todos sus enseres que poco a poco se fueron reponiendo.
Poseía también esta Hermandad las imágenes de la Verónica y de San Juan, las cuáles desaparecieron en la Guerra Civil Española.
Con el advenimiento de la República, llegan las persecuciones religiosas y la Hermandad restringe sus cultos y hay años sin procesión.
En 1936 pierde todos sus bienes. Los objetos de valor que estaban en el camarín son robados, pero afortunadamente la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, fue escondida, librándose así del horror de las llamas.
El día 18 de julio del año 1936 fue ocupada La Roda de Andalucía por las tropas nacionales. Al día siguiente dos soldados de infantería José Carmona y José Quesa Díaz entraron en la Iglesia y al ver el cíngulo del señor reliado en un cable, tuvieron la idea de buscar por la Iglesia, por si había una imagen escondida, y al subir por una escalera muy estrecha que había en la parte trasera del altar, llegaron a una pequeña estancia muy oscura, donde encontraron la imagen de Nuestro padre Jesús Nazareno. Estos datos se conocen por una carta que envió a la hermandad, José Carmona, el diez de mayo de 1989.
En 1940, se reorganiza nuestra Hermandad, y esta vuelve a hacer Estación de Penitencia, acompañada por la Hermandad de la Virgen de los Dolores. Pero en 1949 una resolución de la Hermandad citada anteriormente con respecto al horario de salida de la Procesión, trastocó los planes de nuestra Hermandad. Debido a esto se decide en Cabildo General, la adquisición de una nueva imagen de la Virgen, para gozo y alegría de todos los hermanos y pueblo en general, la cual esculpió José San Juan de Sevilla.
Así el 15 de septiembre de 1949 se formalizó el contrato de compra de la Virgen bajo la advocación de “Esperanza”.