Ana Rodríguez. Las calles de Sevilla son habitualmente un plató de cine en vivo, de pulso rápido y ritmo frenético. Auténticos sets cinematográficos incrustados en plena realidad. Estos días lo estamos comprobando de nuevo con el rodaje de Una vez más, la ópera prima del productor, guionista, director y distribuidor Guillermo Rojas Rivadulla.
Hasta mediados de junio podremos encontrarnos por el Barrio de Santa Cruz, los Jardines de Murillo o Las Setas a los actores sevillanos Jacinto Bobo y Silvia Acosta dando vida a Abril y Daniel, una pareja que se reencuentra cinco años después de que ella se marchara a buscar trabajo a Londres, ciudad en la que culminará el rodaje de la película. Un argumento con el que Rojas, quien se estrena en la dirección de un largometraje de ficción, reflexiona sobre la situación de toda una generación que se ha visto obligada a emigrar para labrarse un futuro.
Con motivo del rodaje hemos querido conocer mejor a Guillermo Rojas, un andaluz enamorado de Sevilla que desde niño quiso hacer cine. Estudió Comunicación Audiovisual en la US, trabajando posteriormente en los festivales de Cine Europeo de Sevilla y en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, del que fue, entre otros funciones, productor. Además, Rojas ha formado parte del jurado del Festival de Cine Africano de Córdoba y del Festival de Cine Español de Málaga y ha sido miembro de la junta directiva de la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía, Asecan, así como productor y director de los Premios Asecan del Cine Andaluz.
En 2003 fundó la productora y distribuidora independiente de cine y televisión Summer Films, gracias a la cual han visto la luz, entre otras producciones, «Mujeres, de Coque Malla», «Tierras solares», «A remo, España-México», «Acariciando el aire, Matilde Coral», «Patuchas, el hombre de los mil limones», «El Rayo», «La patrulla perdida» y «Elio Berhanyer, maestro del diseño». En la actualidad Guillermo produce el documental «Los días de azules» dirigido por Laura Hojman y centrado en la figura de Antonio Machado.
Cabe destacar que, con sus obras, Rojas ha obtenido más de un centenar de galardones internacionales, siendo seleccionadas en prestigiosos festivales de cine como San Sebastián, Rotterdam, Guadalajara, Dubai, Málaga o Sevilla. Asimismo, el pasado 2018 fue seleccionado en la XVI edición del programa Berlinale Talents del Festival Internacional de Cine de Berlín, que reúne cada año a 250 talentos emergentes del cine de todo el mundo.
Ahora el cineasta está centrado en Una vez más, un proyecto seleccionado en el taller de asesoría de guion Sources 2 del Programa Media de la UE. Producida por Summer Films, en coproducción con Sarao Films, y con la participación de Canal Sur Radio y TV, la película abunda en superar la nostalgia, pasar página y madurar.
Hablamos sobre su trayectoria y proyectos con Guillermo Rojas:
– Llevas toda la vida en el sector audiovisual. ¿Qué recuerdas de tus primeras incursiones en el mismo?
– Recuerdo la ilusión de mis años en la Facultad de Comunicación de Sevilla cuando hice mis primeros cortometrajes y donde, gracias al cine-club del que formaba parte, conocí a varios amigos con los que nos compramos una cámara profesional que era enorme e incómoda con la que empezamos a buscarnos la vida haciendo grabaciones y pequeños documentales.
– ¿Ya de pequeño tenías esta inquietud? ¿De dónde nace?
– Recuerdo desde muy pequeño querer hacer películas o al menos salir en ellas y vivir muchas vidas diferentes. Al principio deseaba ser actor porque pensaba que las películas las hacían ellos. Poco después descubrí que había otra gente, detrás de las cámaras, que eran los verdaderos responsables. Entonces decidí pasarme al lado oscuro. Cuando aún estaba en el colegio y, después de varios años de ahorro, pude comprarme mi primera videocámara de 8 mm. Con ella empecé a hacer vídeos caseros, grabaciones de viajes familiares, y algún que otro vídeo animado con mis muñequitos de plástico. Lo típico.
– ¿Cuál fue el primer gran hito que alcanzaste, a tu parecer, en el ámbito audiovisual?
– El vídeo del viaje de fin de curso a Italia en el instituto fue todo un hit. Duraba cerca de dos horas y fue una pesadilla montarlo conectando la cámara al vídeo de casa y seleccionar manualmente las tomas buenas una a una y grabarlas en una cinta de VHS. Ruló durante meses entre mis amigos y al final se acabó perdiendo. Moraleja: siempre hay que hacer copias.
– Hasta ahora, ¿cuál ha sido el trabajo que más te ha aportado a nivel profesional? ¿y personal?
– Mi cortometraje La patrulla perdida (2009), una locura de acción bélica, supuso un esfuerzo grandísimo y fue como un máster en dirección y producción que me ha ayudado muchísimo para todo lo que ha venido después. Pero del que estoy más orgulloso es del documental Tierras solares, que produje el año pasado, y que dirigió de forma sensacional Laura Hojman, creo que hemos hecho cosas muy conmovedoras ahí. Siempre lloro al verlo.
– En 2003 pusiste en marcha tu propia productora. Han pasado ya 16 años… ¿Cuál es tu balance de Summer Films?
– Soy una persona optimista por naturaleza y tiendo a pensar que todo ha valido la pena. Incluso los momentos duros, cuando escasea el curro o cuando no es fácil poder desarrollar proyectos propios y sacarlos adelante cuesta tanto. Pero el balance es bueno, desde primera hora quise buscar mi propio camino, no depender de nadie y ser independiente para poder hacer lo que creo que es más honesto.
– ¿Qué es para ti el cine?
– El cine es muchas cosas: entretenimiento, diversión, compromiso político, herramienta de reflexión… Pero por encima de todo, para mí, es un vehículo maravilloso para poder soñar despierto. Para explorar mundos lejanos e imaginarios, reflexionar sobre la historia y la realidad que nos rodea, para deleitarnos con el amor y comprobar que no estamos solos, para conocernos más y mejor entre nosotros, para reír, para llorar, para acercarnos a lo más profundo del ser humano y para vivir experiencias únicas que no están al alcance de nuestra mano. Poder hacerlo por lo que cuesta una entrada de cine me parece baratísimo. Pagaría muchísimo más sin dudarlo.
– ¿Por qué es ahora el momento de lanzarse a la dirección de largos?
– Sinceramente, porque ahora es cuando hemos conseguido la financiación para hacerlo. Me hubiera gustado contar la historia de Una vez más hace cinco años, cuando la crisis económica era más fuerte, pero las cosas tocan cuando tocan y no pasa nada. Creo que el proyecto también ha ganado en madurez con este paso del tiempo, puede que porque ya no soy la misma persona que cuando empecé a escribirlo.
– Sevilla tenía que tener un papel protagonista en tu ópera prima. ¿Qué es para ti Sevilla? ¿Cómo la sientes y la vives?
– Sevilla es para mí la ciudad en la que me he hecho adulto. El lugar donde me he asentado y donde quiero desarrollarme profesionalmente. Me reconozco en su gente, sus plazas, sus calles. Sevilla se te agarra y no te suelta, con sus tradiciones y sus contradicciones, con sus calores y sus rincones. Supone muchas cosas, pero por encima de todo, es mi lugar.
– Sin embargo creo que eres cordobés de nacimiento, ¿no es así? ¿Cuándo te marchaste a Sevilla?
– Nací en Córdoba y pasé toda mi infancia y adolescencia allí hasta terminar el bachillerato. Vine a Sevilla a estudiar Comunicación Audiovisual en 1999. Llevo ya más tiempo en Sevilla del que viví en Córdoba, pero sigo yendo a menudo, mi madre, mi hermana, mis amigos… Tengo mucha gente que quiero allí.
– ¿Podemos considerar Una vez más un retrato social de la juventud española?
– No diría tanto. La juventud actual es muy diversa. Pero sí que hay una intención de mostrar a una parte de ella que ha visto con enorme pena cómo no se ha podido desarrollar laboralmente aquí, en España, y se ha tenido que buscar la vida fuera, alejándose de muchas personas a las que querían. También han descubierto otras cosas, es cierto. Pero casi siempre ha habido un trauma.
– En base al argumento del film, ¿consideras que España tiene un problema de fuga de talento?
– Creo que hemos fallado como sociedad al no poder ofrecer un futuro digno a muchísima gente que no se quería marchar. Hemos tirado a la basura millones de euros de inversión en educación que podrían haber ayudado a crear un país mejor. Y hemos hecho infeliz a mucha gente en el camino.
– La película se ha gestado en parte en la Berlinale Talent ¿Cómo viviste ser seleccionado y tu paso por ella?
– Ser parte de la Berlinale Talent fue una enorme sorpresa y una oportunidad enorme, sobre todo, para conocer realidades y mentalidades diferentes de todas las partes del mundo y ver que hay mucha gente como tú en la otra punta del globo. Las realidades pueden ser diferentes, pero las emociones y los sentimientos son comunes.
– ¿Qué otros proyectos tienes en cartera actualmente?
– Estoy montando junto a Laura Hojman su nuevo largometraje como directora, se llama Los días azules y se centra en Antonio Machado. Es un proyecto precioso que también habla sobre el exilio, el desarraigo y la tristeza de dejar atrás un país al que amas. Esperamos que se pueda ver a finales de este año o principios del que viene.
Muchas gracias Guillermo