Redacción. El Festival Flamenco de Morón de la Frontera ha mantenido históricamente una relación intensa con las Artes Plásticas, desde los artistas que han pintado o creado el cartel anunciador hasta, en los últimos tiempos, las diferentes exposiciones artísticas que se han desarrollado en torno al Gazpacho. Por ello, estos últimos años con motivo de la celebración del festival se han programado diferentes actividades que han tenido como protagonistas las artes plásticas, el flamenco y el Gazpacho de Morón. Unas propuestas siempre con un carácter innovador y que pretenden acercar el flamenco hecho en Morón a los ciudadanos, aficionados o no a este arte.
En esta edición son cuatro propuestas expositivas las que el Ayuntamiento de Morón, a través de la Delegación de Cultura, ha puesto en marcha en estos días previos al Gazpacho. En esta ocasión la totalidad de las muestras han sido producidas y diseñadas desde la Delegación de Cultura.
Proyecto expositivo urbano. La Delegación de Cultura ha puesto en marcha un proyecto expositivo urbano, con tres exposiciones que han tomado el centro de la ciudad y que constituyen un Proyecto Cultural relacionado con el mundo del Flamenco, con un marcado carácter innovador, integrador e inclusivo.
La exposición Las Puertas del Tiempo presenta el transcurrir del flamenco en Morón desde la época dorada, con imágenes de Diego del Gastor, Joselero y otros artistas y aficionados de aquella época, hasta el flamenco más actual con imágenes de artistas que han participado en diferentes ediciones del Gazpacho, con especial atención a los artistas locales. Las diferentes imágenes están enmarcadas en puertas que nos abren la entrada a un arte que perdura en el tiempo y custodian la entrada del festival, que un año más se celebra en la Plaza del Ayuntamiento.
La muestra fotográfica Duende de Cal, del fotógrafo local José Manuel Fernández, consta de cuatro muros blancos que evocan paredes de la tierra calera donde se presentan distintas imágenes de Festivales del Gazpacho de los últimos anos celebrados en el corazón de nuestro pueblo, la plaza del Ayuntamiento. Los muros están exornados con azulejos con el lema Encalados con cal de Morón, así como macetas de cerámica con geranios y romero. El duende Flamenco sobre paredes de cal de Morón.
Y por último, la plazoleta Meneses acoge la muestra Flamencos II, segunda edición de esta metafórica exposición participativa e interventiva. Que consiste en la customización de aves flamencos de metal por parte de artistas que han tenido vinculación durante este año con la programación o concursos organizados por la Delegación de Cultura. Cada artista ha dado libre interpretación a su pieza, con relación directa con nuestra localidad y el flamenco.
En esta ocasión los artistas seleccionados son Antonio Barahona, Alberto Rodríguez, María del Carmen Oliva, Ricardo Pueyo, Daniel Franca, Raquel Eidem, José Naranjo, Manolo Cuervo, Alejandro Verdugo, Belén Fernández, Jorge Paredes, Antonio Gracia, Nieves Albarreal, Carmen Andreu, Rafael Laureano, José Manuel Albarrán, Laura Nogaledo, Eduardo Query, Jerónimo Díaz, Belleda López, Antonio Herrera, Charo Acera y Alumnado del taller de pachwork de la asociación García Lorca de Morón. En esta exposición se juega con el flamenco animal como eje conductor del arte.
En el proyecto expositivo urbano se relacionan ámbitos como la Cultura, el Arte, el Patrimonio y el Medio Ambiente a través de un hilo conductor como es el Flamenco. “El valor del proyecto va más allá de los contenidos de las exposiciones, ya que también aporta valores sociales y medioambientales”, ha explicado la delegada de Cultura y Turismo, Rosi Andújar.
Las puertas utilizadas en la exposición Las Puertas del Tiempo son puertas reutilizadas provenientes de la demolición de una casa antigua de Sevilla y los marcos de las fotografías de los muros de la muestra Duende de cal están fabricados con madera reutilizada de restos de mobiliario urbano que han sufrido actos vandálicos, como bancos de plazas y jardines, mesas merendero del parque Canillas y otros elementos de madera que han sido destrozados por el vandalismo, y las macetas de los muros han sido producidas y cultivadas en los viveros de la finca municipal Casilla Alcázar.
“De esta forma, el proyecto transforma el resultado del desuso y el vandalismo en Cultura, y además lo hace con un coste muy reducido y a través del trabajo colaborativo entre los alumnos y alumnas de un proyecto formativo como es del Taller de Empleo, junto con trabajadores y trabajadoras de los planes de empleo local, como es la Iniciativa de Cooperación Local”, ha explicado la delegada de Cultura y Turismo, Rosi Andújar.
En definitiva estas tres exposiciones constituyen un Proyecto Cultural relacionado con el mundo del Flamenco, con un marcado carácter innovador, integrador e inclusivo.
A cal y canto. De forma paralela, el Espacio Santa Clara de Morón acoge durante el verano la exposición “A Cal y Canto. Morón, ciudad de blanco compás», una muestra de producción municipal que ya fue expuesta en la Casa de la Provincia de Sevilla durante la última Bienal de Flamenco y que por primera vez se expone en Morón.
De un lado la Cal artesanal y de otro el Flamenco, dos elementos Patrimonio de la Humanidad y señas de identidad del municipio. En la muestra se pueden ver interesantes piezas de la Colección Municipal de Arte, una selección de imágenes de Flamenco Project de Steve Kahn y de Lienzos de Cal de Manuel Gil, así como la colección de carteles del Festival Flamenco Gazpacho Andaluz, y piezas de la colección contemporánea, como los retratos de Joselero u Silverio Franconetti de la artista local Isabel valle, algunas piezas de la colección Flamencos 1 de Minerva García, Carlos Dovao o Mercedes Pradas, y piezas de la colección municipal de diferentes artistas como Antonio Gracia, Miguel Ángel Cardenal, Sonia Camacho, Juan Gabriel Pelegrina, Agustín Israel Barrera, Antonio Cubero, Juan Francisco Angulo, Estrella Roldán, Araceli Pardal, Juan Entrenas, Fidel Meneses, Gonzalo Conradi, Patricio Hidalgo o José Manuel Fernández entre otros. Proyecto comisariado por Agustín Israel Barrera.
