Rosa Brito. Rubén Avilés tiene 20 años y hace dos veranos decidió coger un avión a Londres a buscar trabajo. Este año ha repetido la acción pero no destino. Este año el elegido ha sido Milán. ¿Cuál será su próximo destino? Estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas, Rubén no le teme a nada.
Cargado de ilusiones y esperanzas, lleva dos veranos lanzándose en busca de nuevas experiencias en el extranjero. Y esto no acaba aquí. Su pasión es crear contenido multimedia de todo tipo y en todos los ámbitos. Lo que empezó siendo un hobby se ha convertido en un proyecto de vida.
La primera vez en el extranjero fue el verano de 2018 con 19 años recién cumplidos. Necesitaba tomar distancia de su rutina y su zona de confort para demostrarse a sí mismo de lo que era capaz de hacer y conseguir. Fue una decisión repentina, en caliente, pero acertada.
El 25 de junio de 2018 voló a en Londres con todos sus ahorros. Aunque conseguir trabajo no fue fácil, Rubén iba con unas ideas bastante claras. En cuanto a las estancias, estuvo en diferentes hostels, llegando a compartir habitación hasta con 20 personas, con literas triples. Aunque trabajaba cinco días a la semana, encontraba tiempo para viajar. Todos su días libres estaban enfocados al turismo por Reino Unido. Brighton, Oxford y Cambridge son algunos de los lugares que este joven sevillano pudo disfrutar durante su estancia inglesa.
En cambio, la idea de Milán nació por una amistad que nació en Londres. Su amiga tenía planteado irse a Milán y él decidió seguir sus pasos y compartir una nueva experiencia juntos. Los planes se terciaron para su amiga, pero él siguió adelante. Se puede decir que ha sido una experiencia parecida pero diferente. Siguió hospedandose en un hostel, donde compartía habitación con casi 12 personas pero tanto los aspectos laborales como turísticos eran bastante opuestos. Encontró un trabajo fácilmente pero no le llenó lo suficiente. Siguiendo sus pasiones, decidió dar el paso a ser freelance y crear contenido para diferentes empresas.
Una vez acabó su trabajo, empezaron sus viajes. Mientras que en Londres se alternaban entre los días libres, en Milán fueron 20 días seguidos de tren en tren conociendo Italia. Acabó realizando un interrail casi sin planearlo.
Como era de esperar, este viajero sevillano cuenta con una larga lista de anécdotas reseñables. Pero lo que más destaca son las personas que ha tenido la oportunidad de conocer en ambas ciudades. Le han marcado su historia y le han cambiado su manera de ver la vida.
De cara al año que viene, prefiere centrarse en sus estudios y trabajar en la capital para ahorrar y así en verano poder disfrutar de manera diferente otro viaje en el extranjero. En este caso, de carácter mochilero. No quiere tener mucho planeado y que fluya así su próximo viaje.
Lo más duro ha sido tener que enfrentarse a los problemas que le han surgido, solo y sin su familia cerca. Pero le ha ayudado a madurar y tirar salir hacia delante. Ha conseguido con estas experiencias estar en contacto «con la versión más honesta y verdadera» de sí mismo.
«Si se os pasa por la cabeza en algún momento el hecho de salir fuera, de viaje, de estancias cortas, largas, trabajo o estudios, es porque tenéis esa inquietud. Tirar hacia delante. Lanzaros y probad. El miedo muchas veces nos frena, pero la felicidad está a un paso de ser valientes».
