Redacción. El puente del Alamillo experimenta su primera inspección completa en sus más de 27 años de existencia. La consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Marifrán Carazo, ha realizado una visita técnica a los trabajos en esta estructura atirantada, que necesitan una revisión especializada que garantice su vida útil y un correcto funcionamiento.
Las distintas operaciones de inspección y el plan de mantenimiento, que cuentan con un presupuesto de 500.000 euros, tienen como objetivo verificar el estado actual de conservación de los tirantes y del tablero y generar un informe inicial que sirva de guía para acometer reparaciones o mejoras. Por último, se actualizará y programará el plan de conservación del puente de manera que se ayude a extender la vida útil de los mismos.
La revisión se practicará a la totalidad de los tirantes. Con estos trabajos, se inspeccionarán los anclajes inferiores y superiores y la longitud libre de los tirantes, además de medir la tensión y frecuencias mediante el método de la cuerda vibrante. Posteriormente, se llevará a cabo el ensayo magnético inductivo (MFL) sobre ocho de los tirantes, que serán seleccionados gracias a los resultados obtenidos en la primera fase de las inspecciones. Este ensayo permite detectar la rotura de alambres en la sección completa del tirante. También se llevará a cabo una nivelación de precisión del tablero del puente.
El manual de conservación del Alamillo establecía la necesidad de que se llevaran a cabo inspecciones periódicas cada cinco años, pero sólo se han realizado en algunos elementos del puente. Todas estas revisiones parciales, que se han efectuado en 1999, 2002, 2011 y 2016, han resultado satisfactorias. Sin embargo, no se había realizado hasta la fecha ninguna inspección completa de la obra de Santiago Calatrava, que a finales del próximo mes de febrero cumplirá los 28 años.