SBN. La Cabalgata de Reyes Magos del Ateneo de Sevilla ha recorrido este domingo una vez más las calles de Sevilla capital, junto con el resto de cabalgatas que también recorrieron los municipios de la provincia, repartiendo caramelos, juguetes y mucha ilusión entre los más pequeños.
En esta ocasión, el Rey Melchor ha estado encarnado en Sevilla capital por el empresario Enrique Ybarra Valdenebro, fundador de City Sightseeing, entidad que opera en más de un centenar de ciudades en todo el mundo; mientras el Rey Gaspar estuvo representado José Luis García-Palacios Álvarez, presidente del Consejo Rector de Caja Rural del Sur; y el Rey Baltasar por el promotor inmobiliario Gabriel Rojas Fernández.
La Estrella de la Ilusión fue la empresaria del sector hostelero Reyes Romero Sangiao; el Mago de la Fantasía el abogado y profesor de la Universidad de Sevilla José Moya Yoldi; el Gran Visir el también letrado José Luis Ballester García-Izquierdo y como Diosa Palas Atenea estuvo Lola Candau de Pablo-Blanco.
La Cabalgata del Ateneo de Sevilla, compuesta por 33 carrozas, 20 de las cuales estrenaron este año nuevo diseño, salió, como siempre desde la fachada del Rectorado de la Universidad de Sevilla correspondiente a la calle Palos de la Frontera, para dirigirse a la Glorieta de San Diego y recorrer la avenida Del Cid, la plaza Don Juan de Austria, Menéndez Pelayo, Recaredo, María Auxiliadora, Ronda Capuchinos y resto del recorrido.
En la provincia, el primer lugar donde los Reyes Magos entregaron sus regalos fue La Puebla de Cazalla, donde a las 12 horas del día 5, como es tradición, se entonó el peculiar cántico «Diego, toca las campanas que son las doce de la mañana», con motivo de la temprana entrega de los juguetes y obsequios.
En Alcalá de Guadaíra, donde este año se cumple el 60 aniversario de la comitiva real de este municipio, no fue lanzado ningún material pirotécnico para proteger a las personas sensibles al ruido y a las mascotas en este cortejo conformado por 20 carrozas cargadas de caramelos.
Además, este año la Cabalgata de Reyes Magos de Carmona dispuso de un tramo en silencio para que pudiese ser disfrutada por personas con diversidad funcional, con trastorno del espectro autista, hipersensibilidad acústica, mayores, población infantil y personas acompañadas de mascotas y perros guías, contando el cortejo real con 15 carrozas y una comitiva de 2.500 personas.
Guillena, además, repitió su «cabalgata viviente», reconocida hace dos años como Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, con 19 carrozas entre las que son representados 13 pasajes bíblicos gracias a la participación de personas que permanecen inmóviles durante todo el recorrido como personajes integrantes de cada historia.
