Carmen González. Cuatro días de confinamiento y las muestras de solidaridad afloran cada hora hacia la Policía Local de Arahal. Vecinos y empresas de la localidad han querido mostrar su apoyo a la labor que estos días están haciendo los agentesenviándoles dulces y pizzas «para que no les falte la energía». Para los agentes ha sido una sorpresa, la misma que cuando reciben los aplausos de noche al pasar con el patrullero por las calles.
«Todos tenemos familia, niños pequeños y, a veces, personas mayores a nuestro cargo, y cuando llego a casa tengo el mismo miedo que cualquiera de llevar esa enfermedad y transmitírsela», dice uno de los agentes de la plantilla. Por esta razón, que alguien envíe dulces caseros, como empanadillas o roscos que se han llevado haciendo toda la tarde, «esto es más que un detalle».
E insisten que les da no sólo energía sino «muchos ánimos para seguir adelante» sabiendo que posiblemente lo más duro está por llegar pero convencidos de que con civismo y ayuda de unos a otros se conseguirá. Estos días, además de los agentes de la plantilla, hay cuatro policías en prácticas que les ha cogido la crisis de lleno y están aprendiendo a marchas forzadas de la mano de sus compañeros.
Porque velan por nuestra seguridad
Empezaron este lunes llevando dulces, tanto vecinos a nivel particular como empresas, que no quieren que se plantee como publicidad. «Velan por nosotros, sin pedir más que respeto, poco puedo hacer por ellos», dice una de estas empresarias que anuncia su intención en los próximos días de que sus trabajadores, debidamente equipados, acerquen otro pedido para los sanitarios del 061 Emergencias.
Esta empresa, también pretende poner a disposición del Ayuntamiento de Arahal los vehículos, «por si quieren que acerquemos pequeñas compras o medicinas a personas de movilidad reducida».
Para el pedido entregado en Jefatura, incluso tuvieron el detalle de llamar para saber las preferencias de los cuatro agentes que cubrían el turno de noche. Una noche que dio para casi todo, hasta se vieron obligados a poner las dos primeras sanciones por no respetar el confinamiento a dos jóvenes que permanecían sentados tranquilamente en un banco de la Plaza de la Corredera.
Aplausos por la calle. Los agentes ha tenido mucha paciencia desde el sábado que se decretó el estado de alarma porque a una parte de la población le ha costado entender cuáles son las razones por las que podías o no salir a la calle. Con estos paquetes de comida, vecinos y empresas pretenden que «recuperen fuerzas con un buen sabor de boca» porque «sois un ejemplo para la sociedad en general».
Y ha sido en la calle donde ha continuado el agradecimiento a los agentes. Cuentan que a la hora del aplauso a los sanitarios, si van de patrulla por el pueblo, hay gente sale a los balcones y a las puertas, y hacen extensivo a ellos esos reconocimientos diarios.
La solidaridad aumenta en ese sentido en todo el país, al igual que en Arahal, solidaridad y reconocimientos a quienes tienen que seguir trabajando, y, sobre todo, a los que como ellos, lo hacen aunque suponga un riesgo para su familia.