Rosa Brito. José Antonio estudia Lengua y Literatura Alemana en la Universidad de Sevilla y se encuentra con una beca Erasmus en Friburgo, al sur de Alemania. La describe como una ciudad muy bonita, repleta de zonas verdes. Ni muy grande, ni muy chica, cree que es perfecta para hacer un Erasmus. Además, tienen la Selva Negra a media hora, ¿qué más se puede pedir?
Vasco asegura que se vive muy bien. Friburgo «es la ciudad más soleada de Alemania y ahora en abril tenemos unos días muy buenos». Se diferencia de España en muchas cosas típicas como la comida, pero también en los horarios. Allí el día comienza a las 6:30/7:00 y «a las 18:00 ya están cenando». Otra cosa que nota diferencia es en el silencio en las calles e incluso en los transportes públicos. Viniendo de una ciudad como Sevilla «que hay ambiente siempre».
Si tuviera que quedarse con una estampa favorita sería la montaña Schlossberg que tiene unos miradores «impresionantes» de toda la ciudad. Aunque sin olvidar «la zona de los bares y la fiesta».
Los Erasmus están repletos de anécdotas, y el de Vasco no iba a ser diferente. «En Alemania se lleva mucho el zu verschenken que significa para regalar. La gente deja cosas en la calle que ya no utilizan para otros. Pues un día, a las 23:00 de la noche más o menos, vimos un sofá en el centro, y dos amigos y yo nos lo llevamos a mi habitación, que estaba como a 3 kilómetros andando, porque no nos dejaban meter el sofá en el tranvía». Así lo contó, en su momento, en su cuenta de twitter.
Voy a contaros la historia de un vasco, un catalán y un andaluz que cogieron un sofá en la calle en Friburgo, Alemania, a las 23:00 de la noche. Parece un chiste pero no lo es…
— EL NIÑO CABRON (@vasco_enc) October 24, 2019
Los principales obstáculos que ha tenido que superar en este tiempo han sido, por supuesto, el idioma y el papeleo de la universidad, porque «complican muchísimo el cómo matricularse y los horarios». Echa mucho de menos a su familia, sus amigos, la comida y el ambiente sevillano, aunque a la hora de hacer balance, asegura estar viviendo una experiencia «increíble». Cree que la próxima vez que pise Sevilla será en agosto o septiembre, «una vez finalice el curso, pues se ha retrasado por el Coronavirus».
A los sevillanos le diría que «si pueden irse de Erasmus, que se vayan. Es increíble. Van a conocer mucha gente tanto de España como de otros países. Van a visitar muchos sitios nuevos y, sobre todo, van a tener un montón de experiencias nuevas y recuerdos para siempre».