Redacción. La asamblea de hermanos mayores celebrada este martes en el Alcázar ha aprobado «por aclamación y con un fuerte aplauso» de los asistentes, devolver las cantidades cobradas a los abonados de las sillas y palcos de la Carrera Oficial «que lo soliciten», tras la cancelación de las procesiones de la Semana Santa como consecuencia del Covid-19, y respalda así el plan del Consejo de Hermandades, según informa la institución en un comunicado.
No obstante, el Consejo incentivará la donación «total o parcial» del dinero que le corresponde al usuario, «con beneficios fiscales y con un descuento del 25 por ciento en el precio de los abonos de la Semana Santa de 2021». Ese dinero se destinará a las hermandades para que lo empleen en acciones con fines benéficos y asistenciales.
La decisión se ha tomado más de dos meses y medio después de que se suspendieran las procesiones por la pandemia y tras varias denuncias por parte de la organización de consumidores y usuarios Facua y la reclamación de muchos titulares en una asamblea extraordinaria, a la que han acudido 121 de los 125 hermanos mayores pertenecientes a las hermandades de penitencia, gloria y sacramentales.
El presidente del Consejo, Francisco Vélez, y el tesorero, Alejandro Marchena, han expuesto a los miembros de la asamblea el proyecto en el que ha trabajado la institución para hacer frente a esta crisis «en paralelo al informe solicitado al despacho Montero Aramburu» sobre esta nueva situación jurídica. Vélez ha explicado que este dictamen determina que «no existe una clara obligación de llevar a cabo una devolución de los abonos».
Sin embargo, el Consejo ha establecido un plan «que sigue la encomienda de sus estatutos, en cuyo artículo 2 se indica que todos sus fines están planteados con el objetivo fundamental de que cada una de las hermandades y cofradías de la ciudad cumplan su misión de fomentar el culto público, la evangelización, el perfeccionamiento de la vida espiritual de sus hermanos y el ejercicio de la caridad cristiana».
En este sentido, el Consejo destaca que se incentivará la posibilidad de donar el dinero correspondiente a cada abonado para sufragar las «manifestaciones de culto, acciones de caridad y todo tipo de actuaciones» de las hermandades, que, siguiendo sus reglas, «ejercen con tanto empeño en beneficio de los sevillanos, especialmente en momentos tan difíciles». Además, se enviará un certificado a los abonados que decidan donar sus aportaciones para poder desgravar el porcentaje correspondiente en su declaración de la renta.
En cuanto al dinero que han recibido las hermandades de forma anticipada en concepto de las sillas, «no tendrán que devolver la primera parte de la esa aportación» y el Consejo financiará a las corporaciones la segunda parte del montante «en función de sus necesidades presupuestarias». Para ello, se suscribirá un préstamo con carencia a disposición, que se sumará a la línea de ‘Confirming’ que ya tiene la institución para el pago a proveedores desde 2018.
Por último, y debido a las «graves y excepcionales circunstancias» de este año, los abonados que soliciten la devolución del importe de sus abonos, «no sufrirán menoscabo de su derecho de renovación preferente para el próximo año».
Facua había denunciado al Consejo ante la Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía porque, supuestamente, «se había negado a devolver los abonos de palcos y sillas tras la cancelación de las procesiones«, informaba la organización el pasado día 6 en un comunicado. Además, la organización de consumidores había criticado en reiteradas ocasiones al Ayuntamiento de Sevilla por la «inacción» en este tema y por «desentenderse» del problema tras solicitar al equipo de gobierno en sendos escritos el día 24 de marzo y el día 2 de abril que sancionara al Consejo si se negaba a reembolsar esos importes.