Redacción. El Hospital Universitario Virgen Macarena participa en un ensayo clínico internacional que investiga la cura de una enfermedad que reduce severamente la función renal. Esta patología, denominada Nefropatía IgA o Enfermedad de Berger, tiene un claro impacto negativo sobre la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes que la sufren. Tanto es así que esta enfermedad, que es una afectación inflamatoria autoinmune que afecta a los glómerulos renales, unidades funcionales responsables de la filtración urinaria, puede evolucionar hacia la enfermedad renal terminal en el 30% de los casos.
El Macarena está participando en este ensayo en fase 2, en el que se está probando la eficacia y seguridad de un tratamiento que pretende remitir los efectos de la glomerulonefritis más prevalente a día de hoy en los países desarrollados, representando, según la Sociedad Española de Nefrología, el 15% del total de biopsias renales realizadas en nuestro país.
La doctora Mercedes Salgueira, jefa del servicio de Nefrología y principal investigadora del estudio en el Hospital Universitario Virgen Macarena, junto al equipo de ensayos clínicos de la Unidad de Nefrología, destacan que «se trata de una patología progresiva, con amplia variabilidad clínica en su evolución, en la que un importante porcentaje de los pacientes que la sufren pueden llegar a perder la función renal al completo y necesitar alguna técnica de reemplazo como la diálisis o el trasplante».
Un importante avance médico en la remisión de los efectos de esta patología
Los pacientes con esta patología presentan niveles elevados de un factor denominado APRIL, el cual regula la respuesta inmune del individuo. Niveles más elevados de este factor se asocian a una peor evolución de la enfermedad. Este novedoso tratamiento puede suponer un importante avance médico en la remisión de los efectos de esta patología, al actuar directamente sobre el mecanismo de esta lesión renal. Este tratamiento en investigación evaluado se trata de un anticuerpo monoclonal antiAPRIL, llamado VIS649, que ha mostrado ya sus efectos positivos en ensayos preclínicos.
“Hasta la fecha, no disponíamos de ninguna terapia dirigida a una de las posibles causas patogénicas, sino que los tratamientos estaban orientados a frenar la inflamación de forma general, con resultados poco previsibles”, aduce la doctora Alonso, integrante del equipo de investigación, quien muestra su confianza en contribuir con el ensayo clínico a la modificación del curso de esta grave enfermedad renal.