Redacción. Los conflictos de identidad y clase social, así como la miseria moral y la tragedia que subyacen en estas circunstancias, son los hilos conductores de la próxima cita con la dramaturgia en el Teatro Lope de Vega. Las criadas subirá al escenario municipal los próximos días 13 y 14 en un montaje proveniente del Teatro Español de Madrid. Y cuyo reparto, dirigido por Luis Luque, encabezan Ana Torrent, Alicia Borrachero y Jorge Calvo.
Paco Bezerra, Premio Nacional de Literatura Dramática en 2009, traduce y versiona este texto de Jean Genet. Se trata de la primera obra teatral que el autor francés escribió durante su estancia en la cárcel, donde la estrenó en 1947. Sus protagonistas son las hermanas Claire y Solange, criadas de una dama de la alta burguesía francesa, que cada noche inician una ceremonia perversa, un ritual donde se mezclan realidad y ficción en un juego mortal de cambio de identidades.
En este juego, Claire es la señora y Solange es Claire. Solange es la señora y Claire es Solange. Son seres alienados, faltos de identidad. No hay hermana buena y hermana mala. Las dos alternan los papeles constantemente porque ninguna existe por sí sola, ya que son las dos caras de un mismo personaje, el de la criada, lo que las llena de inquina y de rabia porque son conscientes de su destino, dando lugar a un desenlace fatal.
Reconocidas trayectorias
Tres intérpretes de dilatadas y reconocidas trayectorias llevan las riendas de estos personajes. Ana Torrent y Alicia Borrachero dan vida a las hermanas, mientras que Jorge Calvo hace lo propio con la señora. Los tres se desenvuelven en un espacio diseñado por Mónica Boromello, limpio, sin apenas elementos escénicos, mientras suena la música de Luis Miguel Cobo, Premio Max a la Mejor Composición Musical para Espectáculo Escénico 2020.
En esta habitación blanca es donde las hermanas imaginan los objetos, las joyas, los espejos y los vestidos de su señora. A partir de ahí, será el público quien decida si la señora es o no como el reflejo que presentan las criadas de ella.
Como explica su director, Luis Luque: “Las grandes pasiones humanas en los personajes: lo que anhelan, lo que sufren, lo que envidian, son los rasgos que nos hacen empatizar con ellos, son esos rasgos los que nos hacen de espejo de nuestras propias pasiones. Si me preguntaran para mí cuál es la cuestión más importante en esta obra, es que la vida sin sentir amor no es vida. Sí, la vida sin amor no es vida, solo es caos y locura”.
