Redacción. Andalucía es en la actualidad una de las regiones con mayor número de figuras de calidad de la Unión Europea. Un total de 67 de éstas avalan la calidad diferenciada de los productos andaluces, entre las que destacan las de los sectores del vino y del aceite de oliva.
Figuras de calidad
El valor económico de estas denominaciones se estima en torno a los 469 millones de euros, con un incremento del 2,6% respecto del año anterior, según los datos de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Respecto a esto último destaca especialmente las DOP del vino y del aceite de oliva, cuyo valor económico asciende a 150 y casi 110 millones de euros, respectivamente.
Las figuras de calidad permiten que el consumidor identifique una diferenciación en los mercados de los productos que avalan, pues facilitan información acerca de unos atributos adicionales derivados del cumplimiento de normas que van más allá de las exigencias obligatorias de calidad comercial o estándar.
En este sentido, los atributos de calidad diferenciada, en los que se basa la tipicidad o especificidad de estos productos que se diferencian de los demás de su mismo género, pueden ser de distintos tipos: vinculados a su origen geográfico, derivados del método utilizado para su producción o la elaboración o relacionados con el respeto al medio ambiente, entre otros. Las DOPs e IGPs designan alimentos cuya calidad, características o reputación esta vinculada a un origen geográfico concreto.
Denominaciones de origen
En Andalucía existen en la actualidad 29 Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) de las que 12 pertenecen al sector del aceite de oliva, 8 a vinos, 3 a vinagres, 2 a jamones y paletas, una al sector de frutas y hortalizas y 3 a otros productos.
Respecto a Identificaciones Geográficas Protegidas (IGP) en la actualidad hay 33 de los que 16 se enmarcan en el sector del vino, 5 al del pan y la repostería, 4 a productos pesqueros, 3 a jamones, paletas y carnes, 2 a frutas y hortalizas, 2 a aceitunas y otros 2 a otros productos, siendo la más reciente la IGP Aceite de Jaén y la IGP Mollete de Antequera. En los casos del Jamón de Jabugo y el Cordero Segureño, se tratan de DOP e IGP respectivamente de ámbito suprautonómico.
Finalmente en Andalucía existen tres Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG), de jamón serrano, tortas de aceite de Castilleja de la Cuesta y leche certificada de granja, y dos Indicaciones Geográficas (IG) para el Brandy de Jerez y el Vino de Naranja del Condado de Huelva.
La industria agroalimentaria andaluza
Las ETG amparan alimentos con características específicas derivadas del método de elaboración, así como la Producción Ecológica y la Producción Integrada, menciones que se refieren al empleo de un sistema de producción respetuoso con el medio ambiente para la obtención de los alimentos amparados. Por su parte las IG se deben al reconocimiento específico de la calidad diferenciada que realiza la Unión Europea mediante una reglamentación comunitaria para las bebidas espirituosas.
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible cuenta con distintas líneas de ayudas agroalimentarias relacionadas con regímenes de calidad, como las que se conceden a la promoción de los productos con calidad diferenciada, a los consejos reguladores para la mejora de la gestión y el control de las DOP y las IGP o las de promoción de vinos en mercados de terceros países.
Según los últimos datos correspondientes a 2019, el número de industrias agroalimentarias en Andalucía era de 6.572. El sector agroindustrial andaluz agrupa a un 22% del total de la región, experimentando un importante aumento del valor de producción, en el volumen de negocio y en el número de ocupados.