SBN. El saxofonista utrerano Manu Brazo, que reside en Londres, actuará como solista el próximo día 16 de noviembre, en la sala de cámara de la Filarmónica de Berlín, dentro del concierto benéfico organizado por la Fundación Gute-Tat donde interpretará Fantasía de Carmen, acompañado de la orquesta de Cámara de Baviera Bad Brückenau, bajo la dirección de Johannes Moesus, interviniendo como moderador Holger Wemhoff.
La Fantasía Carmen, que interpretará Manu Brazo en uno de los auditorios más prestigiosos del mundo, es una llamativa composición del flautista francés François Borne, adaptada para saxofón y orquesta de cuerda, en la que se pueden discernir a la perfección diversos temas musicales y virtuosas variaciones de los mismos provenientes de la ópera Carmen de George Bizet (1838-1875), como la canción del toreador o la famosa habanera.
Va a tocar la en una de las catedrales mundiales de la música ¿Cómo ve esta experiencia?
Sinceramente, se siente como un sueño. Estar de pie en ese templo de la música, esos segundos antes de dar la primera nota… tiene que ser mágico y estoy deseando vivirlo. He tenido la suerte de tocar ya en algunos auditorios bastante imponentes, y siempre pasa, que desde dentro te das cuenta de que esos sitios fueron diseñados milimétricamente para eso que estás haciendo. La sensación de total comodidad que se consigue en estos sitios estoy seguro de que ayudará, y la orquesta que voy a tener a mi lado, hará que sea una noche para recordar toda la vida.
¿Es común ver a un saxofonista en salas de este nivel?
Por desgracia, el saxofón es un instrumento que raramente se ve en los altos círculos de la música clásica. Al ser un instrumento inventado alrededor de 1840 ( hace relativamente poco comparado con otros instrumentos), el repertorio “clásico” es bastante limitado y creo esto hace que la confianza por parte de programadores tanto en el saxofón como en los saxofonistas no es la misma que con otros instrumentos. En casi todos los conciertos que toco siempre viene alguien del público a decirme que no imaginaban que un saxofón pudiera sonar así, como un instrumento “clásico”.
La concepción del saxofón se ha limitado, casi exclusivamente al jazz, y eso es algo que estoy dispuesto a luchar por cambiar. Si tanto el público general como los músicos se sorprenden, por desconocimiento, al escuchar el sonido del saxofón clásico, significa que aún hay una puerta por abrir y que aún la gente puede descubrir un sonido nuevo. Esto me parece algo excepcional; ¿cuántas veces se nos presenta la oportunidad de descubrir cosas distintas y novedosas en el mundo de la música clásica?.
Ya ha interpretado esta obra con otras orquestas….¿qué nos puede decir al respecto?
He tenido la suerte de interpretar esta pieza multitud de veces en su versión con piano, con cuarteto de cuerda y con orquesta. Si algo tengo claro cada vez que toco esta obra es que va a ser diferente a la vez anterior, la música es muy espontánea, y eso hace que todo cambie un poco cada vez que la interpreto. Aunque la música original la compusiera el francés George Bizet, la inspiración en Sevilla y en su aire fresco y alegre es evidente. Y es eso lo que me hace disfrutar Fantasía de Carmen y lo que me gusta pensar, que con esta pieza puedo llevar un poco del sol y de la alegría de mi tierra por todos los rincones en los que suena.
¿Con qué sensaciones afronta este concierto de Alemania, después de los aplazamientos que ha tenido por la pandemia?
Con muchísima ilusión y ganas, por supuesto. Hace casi dos años que llevo esperando que este momento llegue (desde que supe por primera vez que estaba invitado a tocar en el concierto) y han sido dos años en los que han pasado muchísimas cosas. El mundo es otro y el tener esta actuación en la cabeza, sobre todo al principio de la pandemia, cuando todo paró, ha ayudado a tener un objetivo claro en la mente. Y ahora… está pasando.
¿Qué ha hecho durante sus confinamientos en Reino Unido, donde reside actualmente y con sus conciertos suspendidos?
Han pasado muchas cosas. Cuando toda esta historia comenzó nadie saber exactamente qué iba a pasar. Había dos opciones: o descansar y esperar que todo pasara o intentar brillar en un momento en el que todo estaba apagado. Mi manera de lidiar con los confinamientos fue trabajar en nuevos proyectos y estudiar mucho de muchos temas. Comencé a formarme diariamente en técnicas de grabación y edición, montaje, mezcla… y empecé a generar pequeños proyectos audiovisuales, los cuales salieron en Classic FM y en otros medios y dieron pie a la grabación de Solo Dialogue, un EP para saxofón solo en el que quería expresar cómo me sentí durante ese primer confinamiento. Durante el confinamiento también surgió mi canal de YouTube, donde empecé a compartir tutoriales de saxofón, y que ahora está camino de alcanzar el millón de reproducciones.
Hace poco ha salido a la luz su último proyecto discográfico Folk-Lore, ¿qué nos puede contar de él?
Folk-Lore es un proyecto que no hubiera podido existir sin el período de cuarentena. Es un álbum completamente auto-producido en el que el pianista Pepe Fernández y yo nos expresamos y hacemos la música que nos gusta de la forma que nos gusta. Ha sido un proyecto divertido y que nos ha dado total libertad para realmente sacar quienes somos y compartirlo con el público. El disco fue presentado este verano en nuestro concierto del ciclo “Noches en los jardines del Real Alcázar” de Sevilla.
¿Cuáles son sus proyectos inmediatos, tras el concierto de Alemania?
Pues por suerte vienen unos meses bastante movidos. De Berlín, viajaré directo a Londres, para dar un concierto en un pequeño pueblo al norte llamado Little Gaddesden y de ahí casi que pasamos directamente a los conciertos navideños de diciembre. A partir de enero, está la agenda bastante llena, aunque hay un concierto, que sé que será muy especial, que tendrá lugar en el Teatro de la Maestranza de Sevilla el 18 de Febrero. En esta cita organizada en colaboración con Juventudes Musicales de Sevilla interpretaré Revive, un programa muy emocionante creado al principio de la pandemia y que fue el primero que me hizo salir a dar conciertos después de los confinamientos, junto a la violinista Claudia Gallardo y la pianista Prajna Indrawati.
¿Qué quiere aportar al mundo de la música?
Eso es algo en lo que últimamente he estado pensando mucho. Mi primera aportación al mundo de la música es la misma que quiero hacer todos los días como persona: sumar. Siempre intento alegrar un poco el día a las personas con las que estoy y hacer que se sientan un poco mejor cuando nos despedimos de como estaban cuando nos saludamos. Esto creo que se puede aplicar fácilmente al mundo de la música y del espectáculo. Segundo, compartir mi voz y conectar con el público. Como artista siempre intento hacer la música mía. Asimilar la música y expresarla con mi propia voz siempre está arriba en mi lista de prioridades. Eso creo que me hace ser diferente y personal en las interpretaciones y hace que conecte con el público, al que normalmente le cuento cómo veo y entiendo las piezas, o las historias o anécdotas que me vienen a la cabeza cuando pienso o interpreto esa música.
Manu Brazo, desde su debut como solista en Reino Unido en 2016 junto a la Guildford Symphony Orchestra,ha cosechado numerosos éxitos de forma continuada. En 2018 actuó en los PROMS bajo la batuta de Marin Alsop y en 2020 consigue ser parte del listado de artistas jóvenes del que fuera el gremio de músicos más antiguo de Europa: The Musicians Company, siendo actualmente el único español que forma parte del mismo.