Fermín Cabanillas. En Bormujos residen 17 familias y un total de 32 vecinos ucranianos, que atraviesan un difícil momento, la mayor parte con familiares todavía en su país. El Ayuntamiento ha querido abrirles las puertas a cualquier ayuda que necesiten, y los ha convocado para escuchar sus demandas, sus preocupaciones y sugerencias en todo aquello que se les pueda apoyar, tanto a ellos como a sus allegados directos.
Para prestar esta atención directa, en el salón de plenos se ha recibido a una representación de las familias residentes en el pueblo en la que no sólo se les ha puesto en conocimiento de las actuaciones inmediatas que se están llevando a cabo desde el Consistorio, sino para escuchar sus peticiones y darles respuesta en la medida de lo posible.
Recibidos por el alcalde, Francisco Molina; la delegada de Participación Ciudadana, Marga Beltrán; la delegada de Bienestar Social, Leonor Benítez Mata; el delegado de Cultura y Fiestas, Jesús Macarro y representantes de Policía Local y Protección Civil, los asistentes relataron con mucho dolor las noticias que les llegan de sus familiares y amigos y las reclamaciones urgentes tanto para los que se han quedado allí como para los que llegan.
Preocupación por el futuro de los niños
Algunos los vecinos, que llevan décadas viviendo en España, contaron que se precisan medicinas para el cáncer, la tensión alta, la diabetes… y explicaron la necesidad de atención que requieren sobre todo los menores que están llegando, algunos de ellos solos, y la preocupación ante la falta de residencia, de escuelas, etc.
Uno de los vecinos de Bormujos ucraniano acaba de recibir a su familia, su mujer y tres hijos de 17, 10 años y siete meses, que han llegado huyendo del horror y dejándolo todo. Su preocupación ahora es permitir que su hija mayor pueda continuar los estudios.
El Ayuntamiento de Bormujos, a través de la Delegación de Participación Ciudadana, se ha ofrecido para mediar en el acogimiento de refugiados, siempre en colaboración con otras administraciones, y en ofrecer la ayuda humanitaria necesaria, así como el apoyo psicológico que necesiten los ucranianos que puedan llegar al pueblo.
Ha instalado además puntos de recogida de material médico, alimentos, ropa de abrigo y mantas instalados en los edificios municipales y, con la participación de las asociaciones, en otras zonas del pueblo.