Fermín Cabanillas. El Sevilla mira la tabla desde arriba. Es líder tras ganar al Valladolid por un apretado 1-0. No ha sido el partido del siglo, pero sirve para certificar un liderato que no es fruto de la casualidad.
Ambos equipos comenzaron con intensidad, con los blanquivioletas mejor situados en el campo, con un poblado centro del campo e intentando presionar arriba a su rival, aunque el conjunto de Sergio González adoleció de una mayor claridad ofensiva para poner en apuros al meta checo Tomas Vaclik, que tuvo poco trabajo.
Los sevillistas, a pesar de salir un poco dormidos y muy imprecisos, se fueron rehaciendo y, tras un primer aviso del danés Simon Kjaer de cabeza que atajó Jordi Masip, empezaron a ganar terreno a partir del primer cuarto de hora y a superar al Valladolid, muy inocente arriba pese a su gran esfuerzo colectivo.
El dominio y la superioridad del Sevilla se acrecentaron con el paso de los minutos y, sin tener que forzar la máquina, logró adelantarse en el marcador con un gol de cabeza del portugués André Silva, su octavo tanto en Liga, tras una buena jugada con un centro medido de Pablo Sarabia.
En la segunda parte, el VAR anuló justamente dos goles al Valladolid. El marcador no se movió, y el liderato ya es una realidad.