Rosa Brito. El sevillano Julián García Peralta tiene 23 años y vive Cambridge. Estudió bachillerato de sociales y tiene un Grado Superior de Actividades Físicas y Deportivas. Le gusta el deporte en general, pero el fútbol en particular, practica mucho fútbol y adora salir con su familia y amigos. Por circunstancias de la vida, o más bien circunstancias de un país como España, tuvo que decidir dar el paso y salir de su zona de confort y a «buscarse la vida en otro lado. Como decía mi abuela: buscarse las papas» Pues eso es uno de los motivos por los que a día de hoy trabaja de catering assistant (camarero) en Selwyn College Cambridge, Reino Unido.
El Selwyn College es uno de los colleges que constituyen la Universidad de Cambridge. Fue fundado en memoria del Reverendo George Augustus Selwin (1809-1878), el primer Obispo de Nueva Zelanda (1841-1868) y Obispo de Lichfield (1868-1878). Fue fundado por suscripción, con una misión explícitamente cristiana.
– ¿Cómo es la ciudad en la que vives?
Es una ciudad acogedora y encantadora. Te enamoras en el primer día por todas historias que tiene detrás, con no más de 130.000 habitantes, para mí Cambridge es mi segunda tierra, como yo digo. Tiene mucho que ver, y mucho que contar al mundo. Es increíblemente increíble.
– ¿Cómo es vivir ahí? ¿Es muy diferente a España? ¿Y los habitantes?
España es España, es tu país, tu idioma, tu gente… Vivir aquí es complicado por las costumbres. Comes a las 11.30 o cenas a las 17.30 aunque te vas adaptando poco a poco y después te haces al sitio, cada cultura es diferente. Es cuestión de personalidad.
Respecto a sus habitantes, Cambridge es una ciudad muy turística, podríamos decir que en el centro de la ciudad un sábado el 95% de las personas son extranjeras que vienen a visitar la ciudad, pero la gente es muy sociable, amigable y muy cariñosa.
– ¿Cuál es tu lugar favorito de allí?
¿Mi lugar favorito? Parecerá mentira, pero es un pub, muy famoso que se llama The eagle y es dónde se descubrió el doble núcleo del ADN. Además de muchas más historias que esconde el pub, es entrañable. Yo también tengo una historia muy bonita en ese pub, por eso quizás sea mi lugar favorito.
– Cuéntanos alguna anécdota que te haya ocurrido durante tu estancia
Una de las mejores anécdotas que puedo contar es que cuando yo llegué aquí, no estaba acostumbrado a mirar para el lado contrario en la carretera, ya sabéis que en Inglaterra se conduce por la dirección contraria a España. Pues en mi primera intención de cruzar la carretera, imagínense el caos que se formó.
– ¿Cuáles son los principales obstáculos que has tenido que superar en este tiempo?
El principal obstáculo fue salir de casa con 22 años a otro país con otro idioma. Dejas atrás muchas cosas: familia, amigos o amores. Lo dejas todo. Y una vez aquí toca adaptarse e intentar aprender inglés lo más rápido posible para poder comunicarte bien.
– ¿Cuál era tu nivel de idiomas cuando saliste de España?
Mi nivel de inglés era pésimo. no más allá del hola, adiós, ¿qué tal?. A día de hoy puedo mantener una conversación en inglés con cualquier persona de aquí
– ¿Cuál es tu balance de la experiencia?
Que es una experiencia necesaria en la vida. Ese es mi balance. Necesaria y muy buena.
– ¿Cuáles son tus planes?
No me gusta estudiar, pero sí te digo que he pensado en estudiar aquí, en Cambridge. Es una de las cinco mejores universidad del mundo. Aunque sorprenda, lo he pensado muchas veces.
– ¿Piensas volver a Sevilla en breve?
No, aún me queda mucha guerra en Cambridge
– ¿Qué es lo que más echas de menos de tu tierra?
Estar con mi familia y mis amigos, ponerme el traje de nazareno, ver salir a mi hermandad. Son muchas cosas que dejas atrás. Cuanto más piensas, más daño te haces. La mente es el peor enemigo del ser humano, y tienes que saber jugar con eso estando aquí, en el extranjero.
– ¿Recomiendas a todo el mundo que viva un tiempo fuera de España?
No recomiendo, obligo. Es una experiencia inolvidable. Al fin y al cabo, ves la vida tal y como es. Es muy fácil llegar a casa y que mamá te tenga la cama hecha, el plato de comida en la mesa, y la ropa planchada. Pero la vida no es así, aquí cada uno tenemos que construirnos nuestro futuro. Aunque la vida no es fácil fuera de tu país, tampoco es difícil. Tienes que acostumbrarte y adaptarte.
Para terminar: qué le dirías a los sevillanos para que se animen a seguir tus pasos
Les diría que no tengan miedo, que den ese paso porque no se arrepentirán. Sevilla siempre va a estar en el mismo sitio pero la vida va pasando y no te vas dando cuenta. Hay que tener cabeza fría, saber siempre dónde pisar, y corazón fuerte. No queda otra que coger las maletas, abrazar a tus padres en el aeropuerto y coger ese avión que créeme, que te cambiará la vida.