Europa Press. Enfermeras de la comisión de heridas del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe de Sevilla han editado una guía práctica con recomendaciones para prevenir la aparición de úlceras por presión tras el alta hospitalaria.
Las úlceras por presión, conocidas popularmente como llagas, escaras o úlceras por decúbito, son lesiones que afectan a la piel o, trascendiendo a esta, a nivel de hueso, músculo o estructuras de sostén, originadas por el aplastamiento de los tejidos, según han detallado en un comunicado desde el citado hospital,.
La incidencia de este tipo de heridas aumenta en los meses de verano debido al calor y el sudor que, al generar un mayor grado de humedad en la piel, favorece la aparición de este tipo de lesiones cutáneas. De este modo, en 2019 aumentaron los ingresos de pacientes por complicaciones graves derivadas de úlceras por presión justo tras el periodo estival, pasando de ser un 37% en junio a un 42% en septiembre.
«Los pacientes con escasa movilidad o que deben permanecer encamados tras el alta hospitalaria precisan de una higiene, movilización y cuidados específicos de la piel similares a los que se dispensan en el hospital», según ha explicado la coordinadora de enfermería del citado hospital, Sara Valdueza, quien ha abundado que, para ello, además de la guía, «durante la hospitalización realizamos formación a los cuidadores principales para que sepan cómo deben realizar estos cuidados».
Destacan las indicaciones sobre el cambio de postura de los pacientes
Con respecto a las recomendaciones, destacan las indicaciones sobre el cambio de postura de los pacientes. «En verano, dada la relación entre las úlceras y el calor, es importante incrementar esos cambios y colocar a los pacientes en las zonas más frescas del domicilio», según explican.
El control de la temperatura es otra de las maneras de prevención de úlceras en verano, por lo que, según indican desde el hospital sevillano, hay que vigilar que el paciente no permanezca muy tapado y refrescarle la piel de las extremidades con un paño húmedo o con crema fresca para ayudarle a enfriarse.
«El paciente encamado debe estar aseado y limpio. Para ello hay que utilizar jabones con PH neutro, que no le irriten. Y, después del aseo hay que secarle bien, sin frotar y evitando usar productos con alcohol, porque resecan la piel».
Asimismo, «para mantener la piel bien hidratada, es importante aplicar crema con un masaje, ya que el masaje mejora la circulación sanguínea», según detalla Sara Valdueza, quien precisa que, «hay que hacerlo de forma suave, sin presiones».