Redacción. El retablo mayor de la iglesia de San Andrés ha vuelto a lucir con «todo su esplendor», tras los trabajos de restauración acometidos a lo largo del verano por trece alumnos del grado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Universidad de Sevilla (US), a través de prácticas extracurriculares, fruto de un convenio entre el Arzobispado y esta institución educativa.
Este 31 de agosto se ha celebrado el acto de presentación del resultado en la propia iglesia de San Andrés, declarada Bien de Interés Cultural, al que han acudido el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro, los responsables de las prácticas, representantes de los alumnos participantes y autoridades del Arzobispado y de la propia parroquia.
Los tutores de las prácticas, Antonio Gamero y Agustín Martín de Soto, fueron los encargados de describir todo el proceso de restauración, con el objetivo y la motivación, según sus propias palabras, de «poner a punto esta pieza para que pueda ser disfrutada por las generaciones futuras». Y es que el retablo, realizado por Felipe Fernández del Castillo y Benito Hita del Castillo en la primera parte del siglo XVIII, se encontraba en estado de deterioro debido a la la acumulación de hollín, grasas, polvo y restos de cera, y a la falta de mantenimiento.
«Lo que se ha hecho principalmente es una limpieza y una consolidación de todo el retablo, interviniendo todas sus partes, el desmontaje de todas las esculturas, interviniéndolas en el propio retablo», ha descrito Antonio Gamero.
Por su parte, los alumnos participantes en la restauración, representados por tres compañeras de último curso de este grado, han manifestado que éstas «han sido unas prácticas muy enriquecedoras porque de la Universidad se sale con mucha teoría, pero nos falta lo más importante, la práctica»
Por último, el rector de la Universidad de Sevilla, quiso dar las gracias a los tutores por su dedicación, al Arzobispado por su predisposición para participar en proyectos de este calibre y a los alumnos por el trabajo realizado en el retablo mayor de San Andrés, que «muestran lo que los jóvenes son capaces de revertir a la sociedad después de formarse», recalcó el rector».
