Redacción. La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento ha aprobado hoy, a propuesta de la Delegación de Patrimonio Municipal e Histórico Artístico en un proceso coordinado con el Real Alcázar de Sevilla y el Área de Hacienda, el modo para el pago aplazado para la adquisición definitiva de las casas 7-8 del Patio de Banderas al Ministerio de Hacienda para su incorporación a las visitas y al relato histórico del monumento. El importe de esta operación, según el acuerdo alcanzado con la Dirección General de Patrimonio del Ministerio de Hacienda atendiendo a la tasación previa del inmueble, asciende a 4.010.431,89 euros, que serán desembolsados con un plan de pagos a cinco años –hasta 2026–.
En concreto, serán 2.800.000 euros en 2022 y 300.000 euros anuales para los tres siguientes ejercicio, siendo la última aportación de 310.431,89 euros en el año 2016. Este plan de pagos será remitido para su aceptación al Ministerio de Hacienda. Una vez que esta se produzca culminaría el proceso administrativo para poder firmar las escrituras y proceder a su inscripción registral, momento a partir del cual esas casas quedarían adscritas al Real Alcázar y, en consecuencia, a su itinerario monumental, procedimientos que se prevé completar a lo largo de este mismo año, según explica la delegada de Patrimonio Municipal e Histórico Artístico, Carmen Fuentes. “Así, las casas adquiridas, que guardan testimonios de un gran valor patrimonial, artístico e histórico, implicarán el inicio de la recuperación del primer recinto fundacional del Real Alcázar y su puesta a disposición de las y los sevillanos”, ha agregado Carmen Fuentes.
Esta adquisición atiende, asimismo, a una petición del Pleno municipal y a una reivindicación histórica del Ayuntamiento de Sevilla para incorporar estas casas al Real Alcázar, especialmente a raíz de que, tras las obras acometidas por Patrimonio del Estado para su rehabilitación, salieran a la luz elementos del palacio primitivo del Alcázar fechados entre los siglos X y XI, y que resultan fundamentales para una lectura completa del conjunto declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.
La compra tuvo como base de partida la renuncia por parte del Ministerio de Hacienda a continuar con las casas 7-8 la política de subastas de las viviendas de su propiedad en el Patio Banderas, como había ocurrido en anteriores legislaturas. Así, se garantiza el carácter público y vinculado al Real Alcázar de estas dos viviendas a través de un acuerdo económico y se evita una operación de venta para otros usos a promotores privados que se resuelva en función de la mejor oferta económica.
La tasación realizada sobre el conjunto del inmueble tiene en cuenta las inversiones realizadas por el Ministerio en los últimos años para la reparación y rehabilitación de la muralla, la torre del León y los vestigios del palacio islámico más antiguo del Alcázar. Y estas actuaciones fueron precisamente las que permitieron sacar a la luz el palacio de Al-Mutamid del siglo XI.
Las casas en cuestión mantienen importantes estructuras recuperadas como su salón principal, dotado de sendas estancias precedidas por arcos geminados decorados con ricas policromías, o su cubierta, ornamentada con canes de madera tallados cuya recuperación también fue posible. Una vez que concluya la inscripción registral, la intención del Real Alcázar de Sevilla es acometer un próximo proyecto de musealización que permita presentar los restos e insertarlos en el contexto general de su conjunto monumental y de la ciudad de Sevilla.
Los restos del palacio fundacional
Los restos patrimoniales encontrados en las casas 7-8 del Patio de Banderas son de tal magnitud que permiten reconstruir uno de los palacios de época andalusí aún en pie. Se ha considerado óptimo el nivel de conservación de las estructuras, arcos geminados enmarcados por un alfiz, y su decoración, con ricas policromías de tonos naranja y rojizo decorando la superficie, así como motivos vegetales, geométricos y epigráficos. Se conserva, asimismo, parte de la muralla original del propio Alcázar y alguna de sus torres, donde se ha podido comprobar el sistema constructivo de torres con cámaras huecas.
Las distintas intervenciones a lo largo de su historia hicieron del edificio una casa de aspecto decimonónico. La parcela tiene una superficie de 941 m² y se compone de un patio delantero de una superficie aproximada de 332 m², a través del cual se alcanza otro patio flanqueado por la propia edificación. A su vez, la vivienda está formada por un cuerpo central y dos alas perpendiculares a ella en cada extremo, dando como resultado una planta en forma de U, rodeando a un patio central de 125 m².
La actual configuración del edifico con su uso de vivienda unifamiliar data del siglo XIX y se desarrolla en dos plantas sobre rasante y castillete y otra bajo rasante con acceso tanto desde el interior de la edificación como desde el exterior. La estructura portante es de muros de carga de ladrillo macizo y zonas de tapial, así como una parte importante constituida por la muralla islámica.