Redacción. Un equipo de internistas del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe acaba de publicar un actualizado estudio de investigación en el que analizan los indicadores predictivos del empeoramiento en la situación clínica de los pacientes COVID.
El artículo científico en el que se dan a conocer los resultados de este estudio se titula «Factores de mal pronóstico en pacientes hospitalizados por COVID-19 » y acaba de ser publicado en la revista Anales del Sistema Sanitario de Navarra.
“El espectro clínico de la COVID-19 varía entre sintomatología leve o ausente hasta neumonías con complicaciones mortales. El objetivo del estudio fue determinar los factores predictivos de mortalidad e ingreso en cuidados intensivos (UCI) en pacientes hospitalizados por COVID-19”, explica la Dra. Blanco Taboada.
Análisis historial clínico
Para la realización de este estudio se analizaron las historias clínicas de 883 pacientes ingresados por COVID-19 entre marzo de 2020 y febrero de 2021. Se describieron las variables demográficas, clínicas, radiológicas y analíticas al ingreso. Un 51,8% de los pacientes fueron varones de 68 años de los que el 1,8% tuvieron que ingresar en el hospital de nuevo por un empeoramiento de su situación. Durante el ingreso hospitalario fallecieron 154 pacientes (17,4%), la mayoría en planta (89,6%) y el resto en UCI; solo el 14,8% de ellos lo hicieron antes de 30 días.
El estudio concluye que la edad avanzada, el fallo renal agudo, la presencia de síndrome de distrés respiratorio agudo moderado, riesgo de sangrado por niveles altos de INR, sodio, leucocitos, neutrófilos y PCR, así como valores bajos de enfermedad arterial periférica (PAD), problemas de saturación de oxígeno, potasio y glucosa, se asociaron con una mayor probabilidad de muerte. Por su parte, condicionan al paso de los pacientes a la UCI, el sexo masculino, menor edad, menor saturación de oxígeno, presencia de infiltrado pulmonar bilateral y de síndrome de distrés respiratorio agudo moderado, y valores elevados de creatinina y PCR.
“La identificación de estos predictores independientes de mortalidad y de ingreso en UCI permite estratificar a los pacientes y adaptar los protocolos de atención clínica a estos hallazgos, mejorando las decisiones médicas”, concluye la Dra Ruiz-Romero.