Ana Rodríguez. Este viernes, 20 de septiembre, el Ateneo de Sevilla acoge la conferencia ‘Rusia, Fátima y la paz. Una reflexión sobre los grandes retos a la paz a lo largo del siglo XX y comienzos del XXI, y un canto a la esperanza’, una interesante charla que ofrecerá el sacerdote, doctor en Filosofía y licenciado en Derecho José Antonio Senovilla García.
El acto, que comenzará a las 19.30 horas en el salón de actos, será presentado por la periodista Susana Herrara y contará además con la intervención de la oncóloga infantil Ana María Álvarez Silván.
Tras una década viviendo en Rusia y en contacto permanente con el patriarcado de Moscú, el sacerdote José Antonio Senovilla es todo un conocedor de la realidad de este país desde diferentes perspectivas: social, humana y por supuesto espiritual. Profundo estudioso del mensaje de la Virgen de Fátima, en su charla en el Ateneo explicará cómo la Santa hablaba de la conversión del país asiático como condición para alcanzar la paz en el mundo.
Según el estudioso, la Virgen entre mayo y octubre de 1917, cuando se apareció a los tres pequeños pastores portugueses, fue capaz de describir con enorme clarividencia y de forma condicional lo que iba a pasar en el siglo XX y XXI. «Fátima habla de un futuro del mundo muy incierto. Lanza su mensaje cuando la humanidad ha desarrollado una capacidad de autodestrucción total», destaca el conferenciante.
«Vivimos en un mundo asustadísimo. En la emisión de noticias del gobierno ruso hablan de un conflicto nuclear, de que hay mucha gente que tiene un botón rojo… La paz en el mundo es precaria. En esta situación, el mensaje de Fátima es esperanzador. Nos dice que el futuro del mundo está en nuestras manos, en manos de la gente sencilla, que podemos cambiar lo malo por lo bueno y nos habla de instrumentos que cualquiera puede utilizar para la paz. Cuando la gente oye esto, sale con mucha esperanza», explica el sacerdote, cuya conferencia completa podrán disfrutar este 20 de septiembre.
Biografía. José Antonio Senovilla García, natural de Jaén, es licenciado en Derecho, habiendo desarrollado una intensa actividad en el mundo jurídico y empresarial durante 20 años en entidades como el Instituto San Telmo.
Cuando decidió dedicar su vida a Dios, realizó el doctorado en Filosofía y fue destinado a Rusia -atendiendo desde allí a otros países como Ucrania y Polonia-, donde ha pasado diez años coincidiendo con el comienzo de la edad apostólica del Opus Dei. Actualmente es uno de los vicarios de la Prelatura del Opus Dei en Sevilla.
