Mamen Muñoz. “Ocupadas en sus proyectos e inventando mil maneras de sacarlos adelante, equivocándose y aprendiendo, compartiendo penas y alegrías, creando nuevas sinergias, proyectos creativos sin objetivos de lucro sino por el gusto de hacerlos… así es la gran mayoría de emprendedores que tengo a mi alrededor, que son mujeres, y con ellas he creado un gran vínculo de apoyo cotidiano, laboral y emocional, ellas comprenden la carga mental que supone esta vida”, explica Rocío Conesa, la creativa sevillana que está detrás de Tetera de madera, al tiempo que añade que “es muy gratificante cuando lo pienso así, porque me llenan de energía para enfrentarme a este camino que he elegido, y muchas de ellas se han convertido ya en grandes amigas además de compañeras, las admiro mucho y aprendo de ellas”.
Aunque Rocío nació en Sevilla, se crió a caballo entre ésta y Cartagena, por lo que siempre se sintió “de mar, viajera de corazón”. Se define como amante de la naturaleza, admiradora de paisajes e imágenes bellas, coleccionista de cajas y corazones. La ropa tendía en las fachadas de su barrio le inspira tanto como los balcones llenos de flores, pero lo que de verdad le gusta, después de montar en bici con su perra, de que le dé el sol en la cara, y de volver a casa cruzando el puente sobre el río Guadalquivir, es: hundir los brazos en el cubo de barro. Y de esta pasión nace Tetera de Madera.
Tetera de madera es una marca que crea cerámica con alma, surge bajo la filosofía de crear objetos únicos para hacer más bonito nuestro día a día. “Pienso que la felicidad está en los pequeños momentos cotidianos, y que, una manera de conectarnos con ellos es a través de los objetos que nos rodean, a los que le damos uso y que nos acompañan y forman parte de nuestra historia y de nuestro momento único”, explica la ceramista, que se formó en la Escuela de Artes de Granada.
A través de Tetera de madera, descubrimos que existe toda una red de comercios y monumentos integrados en el proyecto del Mapa Barrio San Luis, que engloba desde 2016 a más de una treintena de proyectos singulares nacidos en este barrio del casco antiguo. Y es que, su taller, donde nacen cada día piezas únicas, se encuentra en el número 5 de la calle Morera: “La mayor parte de la producción que realizo está enfocada al menaje: vajillas, tazas, cuencos y platos; y también a la decoración, con los cuencos voladores y pequeños murales. Otra parte que me acompaña en el camino hace tiempo es la bisutería: realizo en cerámica broches y pendientes”.
En el sevillano barrio de San Julián encontramos un lugar de la ciudad que reúne como ningún otro a comercios, espacios y marcas con propuestas novedosas, artísticas, artesanales, con la premisa común de la creatividad en estado puro. “El barrio de San Julián es un barrio de tradición artística y artesanal de Sevilla, en él se crea una red social y laboral de vecinos/artesanos/artistas de la que tengo la suerte de nutrirme. El espacio comprendido entre Pumarejo y Huerto del Rey Moro ha sido un área tradicionalmente dedicada a los oficios artísticos. Con el tiempo, estos espacios han evolucionado hacia núcleos de fuerte presencia social, ecológica, artística y artesanal. De forma natural y espontánea, están surgiendo unas relaciones de conocimiento y, sobre todo, de entendimiento, y, entre todos, luchamos por mantener vivo este espíritu y la idiosincrasia del barrio y sus gentes, organizados en varias asociaciones, como Mapa Barrio San Luis o Barrio Abierto”, explica Rocío.
Después de haber trabajado desde varios estudios en el centro de Sevilla, desde marzo comparte estudio-taller con la artista plástica Ana Langeheldt, en su local, Morera 5. “Me siento muy afortunada no sólo por compartir el espacio con una gran artista y lo que eso conlleva, sino porque esas relaciones van más allá de las paredes”, y detalla Rocío: “además de ser nuestro espacio de trabajo, es un espacio multifuncional donde realizamos talleres y tenemos previsto realizar otras actividades. En el taller se pueden adquirir también obras de las dos, y, aunque siempre eres bienvenido en Morera 5, es mejor pedir cita con antelación, para informarte del material que tenemos en stock”.
Un trabajo totalmente manual. “No soy una multinacional, ni pretendo serlo”. Rocío trabaja la cerámica bajo una filosofía slow: “Trabajo con la técnica de planchas. Cada pieza es estirada con el rodillo hasta que alcanza el grosor adecuado, cortada, montada, lijada, esmaltada y pintada a mano, poniendo atención en el detalle, dándole a cada una su carácter único”.
Trabaja con arcillas-pastas de alta temperatura (más de 1250º), con gres y, a veces, porcelana, recurriendo a formas sencillas, decoradas con óxidos naturales y engobes y esmaltes que ella misma formula. “Me gusta trabajar con el barro porque es un material primario, que me conecta con la naturaleza y con su carácter más primitivo. Y me fascina el juego oriente-occidente que proporciona el azul sobre el blanco, que puede encontrarse en este arte desde en la porcelana china a los azulejos más característicos de mi tierra, en Andalucía”.
Para acercar al mundo de la cerámica a quienes no han probado nunca antes a moldear una pieza en barro con sus propias manos, ha puesto en marcha los talleres experiencia Birra y barro. “Creamos una pieza de barro, y la pintamos posteriormente, todo en un ambiente relajado y en tono distendido, mientras que nos tomamos unas cervecitas, y picoteamos un aperitivo de mis vecinos de El obrador de pasta (Calle San Hermenegildo, 6). A través de Birra y barro, en este ratito, propongo salir del ritmo estresante en el que vivimos y pararnos a disfrutar del placer de mancharnos las manos, experimentar la sensación de crear algo por nosotros mismos, pararnos a sentir lo que tocamos, pensar con nuestras manos… construir, y, después de esto, poder disfrutar de esa “sensación-objeto” por mucho tiempo…
Las inscripciones a estos talleres experiencia están abiertas y pueden realizarse de forma individual o reservar la sesión en grupo. Las fechas de las últimas ediciones de estos talleres en 2018 acaban de publicarse y serán los sábados 17 y 24 de noviembre, y 1 de diciembre, en horario de mañana. Tienen una duración de dos horas y media, aproximadamente, cuentan con un máximo de seis plazas, y su precio ronda los treinta euros, ¡aunque también pueden diseñarse totalmente a medida! “Además de los talleres de Birra y barro, en nuestro espacio, en nuestro Taller de la calle Morera, número 5, llevamos a cabo un curso de cerámica anual, que este año alcanza ya su tercera edición y muchos de estos alumnos nos acompañan desde la primera edición, hemos creado un grupo de trabajo estupendo, dinámico y con muy buen rollo.
«De mis alumnos aprendo mucho. Me hacen pensar de maneras diferentes a las que suelo hacer con mis piezas y probar muchas combinaciones de construcción, esmaltes y decoración… es refrescante e inspirador… Sin embargo, aunque tengo peticiones de nuevas plazas en este taller, actualmente tengo los cursos anuales cerrado a nuevos alumnos por falta de tiempo, ya que preparar mi producción propia me exige bastante dedicación”, concluye Rocío.
Los productos de Tetera de madera pueden adquirirse directamente en su taller y también on line, en tictail (un portal web especializado en diseñadores emergentes de todo el mundo). Así mismo, pueden adquirirse en otras tiendas físicas en Sevilla, como en Sevilla en Bian&co (Calle Don Alonso el Sabio) y El Árbol (Calle San Hermenegildo). Y fuera de Sevilla también en Merlín e familia, en Santiago de Compostela y en mi querido Vejer de la Frontera, en los dos preciosos espacios: Antiguo Correo y Raíces. También, puntualmente, pueden adquirirse en Markets de diseño, en diferentes puntos de España (por ejemplo, en Sevilla, el segundo domingo de cada mes suelo estar en el Gran Soho Alameda, y también en otros como el Nómada Market, en el mercado de la Cebada de Madrid; o el We love Market Granada, en el Paseo de los Tristes).
