Redacción. La residencia San Sebastián de Cantillana, con capacidad para 60 personas con discapacidad intelectual y trastornos de la conducta y gestionada por la Fundación SAMU, acaba de cumplir su décimo aniversario con 136 personas asistidas en estas instalaciones por sus 80 profesionales durante dicho periodo.
El objetivo del centro es ofrecer una atención integral y profesionalizada cuya pretensión es la disminución hasta la eliminación de los trastornos conductuales de sus residentes, para luego ser derivados a otros recursos de atención.
Para ello, el centro lleva a cabo un tratamiento especializado y personalizado mediante un abordaje bio-psico-social que persigue, entre otros objetivos, la mejora en la calidad de vida de los residentes, aumentar y mejorar las habilidades de autonomía personal y social, fomentar las relaciones sociales adecuadas en un entorno normalizado y ofrecer un espacio físico que garantiza la seguridad de sus residentes.
La actividad con los usuarios ha ido evolucionando a lo largo de estos años, incorporando nuevas líneas de trabajo en los ámbitos de la mejora de la calidad de procesos, la innovación, sostenibilidad o la igualdad, con el objetivo de que las personas se incorporen a otros recursos sociales concienciados con la convivencia respetuosa con los demás y con el medio.
A lo largo de todo el año, el centro promueve diversos programas de actividades socioeducativas y de ocio y tiempo libre que cubren la globalidad de los intereses y necesidades de las personas atendidas. Se incentiva mucho el deporte, participando en iniciativas como la Liga Aprose de fútbol, la práctica del rugby, o el senderismo.
Asimismo, el centro fue uno de los impulsores de la Compañía de Teatro Idilio Escénico, formada por pacientes de recursos de la Fundación SAMU, que ya ha representado obras en varios escenarios de Sevilla. El centro también colabora con la comunidad a través de la recogida de residuos en zonas verdes, o programas para la obtención de fondos. El «mayor éxito» de los profesionales de este centro es despedir a la persona usuaria con alta terapéutica, según esgrime la institución.