Carmen Prieto. «¡Melchor, Melchor!», gritaban los más pequeños que aguardan en primera fila la salida de la Cabalgata con los Reyes Magos desde la Universidad de Sevilla en cuanto vieron aparecer a sus Majestades los Magos de Oriente en el balcón de la Facultad de Historia. Los mismos gritos se repitieron cuando las 33 carrozas que conforman este largo cortejo, de 1,5 kilómetros de longuitud, iniciaron su recorrido. Gritos, vítores, palmas, bailes, papelillos, caramelos, serpentinas, globos y algunos regalos sorpresa inundaron cada una de las calles de este itinerario, convertido en una auténtica fiesta marcada por la magia y la ilusión de la espera.
De manos del rector de la US, Miguel Ángel Castro; del presidente del Ateneo, Alberto Pérez Calero, y del alcalde de Sevilla, Juan Espadas, los protagonistas de la jornada recibieron las coronas, no sin anécdota: a Melchor, encarnado en el empresario Miguel Gallego, se le volcó su mitra dorada justo al ponérsela. El abogado Luis Miguel Martín Rubio, speaker tradicional en esta jornada, se encargó de las presentaciones, así detalló que Gaspar había pasado la noche en unos grandes almacenes de la Plaza del Duque, puesto que es muy amigo del director regional del grupo El Corte Inglés, Ángel Aguado; y afirmó que Baltasar, «el de la mirada profunda, lo ve todo desde el fondo del alma», ya que lo representaba Cristóbal Martínez, delegado territorial de la ONCE en Sevilla.
Y desde la Universidad, la magia fue recorriendo la ciudad. El público coreaba, cantaba y llamaba a todo el que formaba parte del cortejo. Desde la Policía Nacional a caballo, que iba abriendo paso, al último vehículo de Lipasam. Todos ofrecían caramelos desde sus ventanillas, tantos como los que quedaron en el suelo cuando todo pasó y el trono de Baltasar dejaba leer ese «Gracias Sevilla» que dedicaba el Ateneo, institución que lleva más de un siglo organizando esta cabalgata que es Fiesta Mayor de la ciudad.
Entre unos y otros habían pasado todas las carrozas, de las que 14 estrenaban diseños, como siempre, bajo la dirección de Manuel Jesús Corral Zambruno, entre las que no faltó una dedicada al V centenario de la Circunnavegación de Magallanes, que se celebra en este 2019. La iluminación y el colorido de la de la Estrella de la Ilusión,que encarnaba Laura Ruiz; la carroza del Nacimiento, con la figura del Niño Jesús; el impresionante caballo del Olimpo de los dioses; la de la Guardia Civil, con los niños vestidos de agentes de Tráfico o del Seprona… Eso sí, los que hicieron bailar y saltar a niños y mayores fueron los beduinos y los músicos de las bandas como Los gitanitos de Oriente (nombre que para estas ocasiones adopta la agrupación musical María Santísima de las Angustias de la hermandad de Los Gitanos) o la de Columnas y Azotes.
Tras ese rastro de ilusión, que fue dejando por la ronda histórica, la Macarena, la Alameda, el Centro, Triana y Los Remedios, antes de que los Reyes Magos se llegaran al Hospital Virgen del Rocío, tocaba retirarse pronto a casa para permitir a Sus Majestades completar su misión. Este domingo, antes de regresar a Oriente, se despedirán de los barrios en 19 cabalgatas.