Redacción. Las entidades sociales A Contramano, Ecologistas en Acción, Red Sevilla por el Clima y Sevillassemueve, entre otras, han convocado este domingo una marcha en bici en protesta por la reducción del carril bici en Luis de Morales como consecuencia de las obras de ampliación del tranvía, «dejando un carril bici bidireccional de 2,50 metros de ancho en uno más estrecho y compartiendo acerado en algunos tramos con peatones y zonas destinada a la hostelería».
Según señalan estos colectivos en una nota, la última propuesta del Ayuntamiento «deja patente su voluntad de priorizar el tráfico motorizado» a pesar de que el proyecto de ampliación del tranvía «pretendía mejorar la calidad del aire y el entorno residencial y comercial».
«Paradójicamente, la obra del tranvía va a realizarse a costa del espacio destinado para peatones, residentes, hosteleros, y ciclistas obligándoles a compartir el exiguo espacio restante donde, sin duda, se generan fricciones y se perderá una gran oportunidad para humanizar la zona», añaden.
Las entidades recuerdan que «tras un primer intento de eliminar de raíz el carril bici de Luis de Morales, desviándolo hacia Benito Más y Prat, varias reuniones con el Ayuntamiento han evidenciado la falta de coordinación entre las delegaciones responsables: Urbanismo y Movilidad».
«Donde antes había una clara continuidad de la infraestructura ciclista, se improvisa una mezcolanza de tramos de aceras pintadas, chinchetas, y señalización variopinta que concede y quita la prioridad al peatón y al ciclista», recalcan las citadas organizaciones.
Asimismo, «donde antes había facilidad de circulación mediante rebajes de bordillos en cruces de bocacalles y diseño rectilíneo, se ha optado por montar una carrera de obstáculos con bordillos no rebajados, paradas de autobús y grupos de contenedores», lamentan.
Por todo ello, las entidades ciudadanas reclaman «sentido común». «Una obra financiada con fondos europeos con la finalidad de reducir las emisiones de gases de invernadero y la contaminación no puede ser diseñada para aumentar el tráfico motorizado al eliminar el carril bici y mantener el mismo número de carriles para los coches».
En opinión de estos colectivos, la acera compartida entre peatones y ciclistas generará «una serie de problemas bien conocidos en otras partes de la ciudad». «El anunciado ‘cuello de botella’ al pasar de tres a dos carriles para tráfico motorizado no se da en otras calles y avenidas y, precisamente, una ciudad amable debe ir en esa línea».