Redacción. La compañía eléctrica Endesa está ultimando estos días una de las actuaciones encaminadas a garantizar la calidad del suministro y disminuir el riesgo de incendio en las masas forestales que rodean las líneas eléctricas. Para ello, está adecuando más de 8.100 kilómetros de red en la provincia de Sevilla. En Andalucía, hay 132.285 kilómetros de líneas eléctricas, siendo cerca del 55% aéreas.
El 60% de las líneas eléctricas que gestiona Endesa son aéreas y, por lo tanto, «conviven de alguna forma con zonas boscosas o con vegetación». Por eso, «una de las tareas esenciales es la tala y poda selectiva de la masa forestal –árboles, sotobosque y arbustos– que crece alrededor de las líneas eléctricas, respetando el espacio estipulado por la Administración entre el bosque y los cables más cercanos», ha explicado la compañía en una nota de prensa.
Estos trabajos se realizan siguiendo los criterios de colaboración con agentes de cada territorio y han supuesto una inversión en Andalucía de más de cinco millones de euros este año. La creación de corredores debajo de las líneas eléctricas que actúan como cortafuegos naturales es una «tarea esencial» a la que se incorporan cada año «nuevos elementos», como una máquina desbrozadora teledirigida que mejora las condiciones de seguridad y salud de las personas que ejecutan trabajos de tala y poda.
En Sevilla, se han desarrollado talas y podas en 6.700 kilómetros de líneas de media y baja tensión y 1.400 de alta tensión. En total, Endesa ha actuado en más de 8.100 kilómetros de red que discurren y que equivaldrían a la distancia existente entre esta provincia y Brasil. Todo ello, siguiendo los criterios de la normativa nacional, el calendario de crecimientos de las distintas especies y trabajando en colaboración con las administraciones, que establecen el periodo entre octubre y mayo como el más idóneo al estar la savia parada.
Para facilitar esta labor de identificación de situaciones excepcionales, los técnicos de Endesa cuentan también con una aplicación móvil que permite reportar incidencias en el momento «susceptibles» de originar una situación «excepcional», como un incendio forestal. El objetivo de la aplicación es indicar cualquier elemento que se localice alrededor de las infraestructuras eléctricas y que pueda suponer un riesgo para el entorno natural. La aplicación genera automáticamente unas fichas con las coordenadas geográficas con las que se notifican las incidencias a la autoridad competente para que se proceda a retirar la potencial amenaza.
Además, el sistema utilizado permite alertar de «situaciones singulares» detectadas durante las inspecciones, como la existencia de nidos de pájaro, especialmente de aves protegidas, con el fin de activar los protocolos pertinentes relacionados con la avifauna y la protección de especies. Las talas y podas se enmarcan en el Plan de Verano que Endesa activa todos los años en periodo estival. Este Plan se vertebra en tres ejes: la limpieza y el cuidado de la masa forestal que crece alrededor de la red eléctrica que se realiza antes del periodo de más calor; el uso de helicópteros para realizar termografías y vídeos HD e inspecciones visuales con la introducción de nuevas tecnologías; y las revisiones exhaustivas de todas las instalaciones.