Redacción. Desde la Unidad de Hospitalización de Salud Mental del Hospital Universitario de Valme se ha desarrollado un estudio que se ha alzado con el premio al Mejor Póster en Trastorno Mental Grave (esquizofrenia y trastornos afectivos), presentado en los X Encuentros Nacionales de Psiquiatría. Conductas suicidas.
Se trata de un trabajo de investigación que demuestra la efectividad de un tratamiento farmacológico frente a la contención mecánica de pacientes con alteraciones de conducta, crisis de ansiedad o episodios de agitación psicomotriz.
El uso de la contención constituye una medida inevitable para el control de las alteraciones de conducta y en aquellas situaciones de agitación psicomotriz que puedan presentar riesgos para el paciente o terceros. Las opciones de contención al alcance de los especialistas son tres: verbal, aproximación que puede ayudar a controlar algunos trastornos de conducta y evitar una potencial agitación psicomotriz; contención farmacológica, basada en la administración de fármacos para facilitar el manejo del paciente, y contención mecánica, consistente en la restricción de los movimientos manualmente o con dispositivos fisicos al cuerpo del paciente.
Al respecto, el trabajo de investigación premiado tiene por objetivo minimizar el uso de la opción más traumática (contención física) a través de la evidencia científica proporcionada por la aplicación efectiva del tratamiento farmacológico. La investigación la han llevado a cabo tres psiquiatras del servicio de Salud Mental del Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla: los residentes Agustín Sánchez Sayango y Emilio José López Sánchez junto a la facultativo adjunta María José Rodríguez Macías.
El estudio se materializó durante seis meses en la Unidad de Hospitalización de Salud Mental del Hospital Universitario de Valme. Los pacientes con episodios de agitación o con trastorno de conducta fueron tratados con el fármaco Aripiprazol, inyección intramuscular de liberación inmediata.
Los resultados obtenidos reflejan cómo en más del 93% de los pacientes en los que se aplicó la contención farmacológica se evitó la contención mecánica. Además también se llegó a retirar en más del 85% de los pacientes a los que se administró durante la contención mecánica. En conclusión, los autores constatan la efectividad de este tratamiento en diversas situaciones clínicas: minimiza como primera opción la contención física, lo proponen como ayuda para prevenir episodios de posible uso de contención mecánica y además esta actuación también sirve de soporte en pacientes que se encuentran en contención para proceder a su retirada.
Por su parte, los autores del estudio destacan la importancia de los resultados obtenidos en esta línea de investigación. Aunque los especialistas optan por la medida menos restrictiva en contención, debido a que potencialmente suponen una vulneración de derechos fundamentales del paciente; esta investigación demuestra la efectividad de la alternativa farmacológica y menos traumática para el paciente.
