Redacción. Los especialistas del Hospital Universitario Virgen del Rocío han efectuado 10 trasplantes renales infantiles en el último mes. Un volumen de actividad inusual en cualquier época del año y más durante el final del estado de alarma por la pandemia por COVID19.
El hospital sevillano es centro de referencia para el trasplante renal infantil en la comunidad andaluza. En este año 2020 sus profesionales han realizado 12 trasplantes renales infantiles, siendo 4 de donante vivo, para lograr algo tan simple como que estos niños puedan beber agua, ir al colegio en el próximo curso, viajar a ver a su familia sin necesitar de la ayuda de un centro de diálisis pediátrico.
El trasplante constituye en la actualidad una técnica médica muy desarrollada que logra magníficos resultados para los receptores, ya que sustituye un órgano o tejido enfermo por otro que funciona adecuadamente. Todo esto tiene una premisa fundamental, y es que sin la generosidad y el altruismo de los donantes y sus familias no habría trasplantes.
Ayudan a depurar la sangre para que puedan seguir viviendo
Caso especial es el de los niños: existen varias terapias para los menores con enfermedad renal terminal tales como la hemodiálisis y la diálisis peritoneal adaptadas a la edad pediátrica. Estas máquinas ayudan a depurar la sangre para que puedan seguir viviendo, pero dependen de un centro de diálisis pediátrica al que tienen que acudir al menos tres veces a la semana de forma obligatoria. Por este motivo el trasplante renal en adultos y, mucho más, en la edad pediátrica se considera el mejor tratamiento para estos pacientes, ya que mejoran su calidad y expectativa de vida.
Este órgano donado puede proceder de un donante vivo, cada vez más frecuente, o de un donante fallecido. La mayoría de las donaciones en vida proceden de los padres o hermanos que viven de primera mano el sufrimiento de los pequeños para ofrecerles una vida libre de diálisis.
En cuanto a los órganos de donantes fallecido, en la mayoría de las comunidades autónomas se priorizan a los niños en las listas de espera para trasplantes dado que tienen unas características anatómicas muy especiales, simplemente por su tamaño. Algunos de ellos tienen características inmunológicas muy especiales siendo incluso mucho más difícil el poder llegar a ser trasplantados.
En todo este proceso de donación y trasplantes colaboran profesionales pertenecientes a diferentes servicios: Urología y Nefrología Pediátrica, Urología de Adultos, Anestesia del Hospital Infantil, UCI Pediátrica, Inmunología, Unidad de Cuidados Intensivos, Radiología, equipo de enfermería de todos estos servicios, celadores, personal de limpieza… y el equipo de Coordinación de Trasplantes de los hospitales que participan.
Gracias a todos ellos, pero principalmente a la inmensa generosidad y empatía de los donantes y sus familias, tienen la oportunidad de poder vivir más y con mejor calidad de vida.