Fermín Cabanillas. Sopa de Picadillo, langostinos, queso y chacinas variadas. Es el menú esencial de la cena de Nochebuena en el comedor social del Pumarejo, que gestionan las Hermanas de la Caridad, uno de los referentes a la hora de hablar de solidaridad durante todo el año en la ciudad de Sevilla.
Sor Esperanza ha atendido a Sevilla Buenas Noticias mientras prepara todo en la cocina para que no le falte de nada a su gente esta noche. En un día como el de hoy pueden dar de almorzar-cenar a más de 400 personas. A mediodía han sido 280, y esta noche más o menos las mismas.
“Se ha incrementado con el paso de los años la cantidad de personas que acude a nosotros para el día a día, y se nota también en Nochebuena”, explica esta religiosa, que se ha convertido en todo un icono de la solidaridad junto a sus compañeras y voluntarios. Bromea con que “la cena es humilde, pero sustanciosa”, y agradece sobremanera la colaboración de Ayuntamiento, Junta de Andalucía, colegio Buen Pastor Mercadona y Banco de Alimentos, algunas de las entidades que no faltan nunca cuando tienen que recibir una mano.
A las 19.30 se abren las puertas del comedor para la cena de Nochebuena. Mañana, también, porque ellas no faltan un solo día a su cita con los que menos tienen.
Historia
La compañía de las Hijas de la Caridad fue fundada por San Vicente de Paúl y por Santa Luisa de Marillac en 1633, teniendo actualmente su sede en París. La conforman mujeres solteras o viudas pertenecientes a la Iglesia Católica que solicitan y entregan su vida a las condiciones requeridas por el derecho canónico y el derecho particular de la Compañía.
El comedor cuenta con cocina, despensa, cámaras frigoríficas, de congelación, etcétera. Tiene una capacidad para 200 comensales en un solo turno, que en épocas puntuales como Semana Santa, Feria, Navidad y fechas de recolección agrícola sobrepasan los 300 asistentes.
A las personas que acuden a este servicios se les sirven dos platos, pan y postre, entregándoles a la salida una bolsa con bocadillo y fruta para la tarde/noche. Un gran número de voluntarios preparar los bocadillos que se entregan a la salida, y acuden también a servir la comida, a lavar las bandejas, a ayudar en la limpieza y a cuanto haga falta para que puntualmente esté todo dispuesto, recogido y limpio para el día siguiente.